El príncipe Guillermo de Reino Unido manifestó horror por una exhibición de un campo de concentración nazi en el memorial al Holocausto en Israel el martes, en el inicio de la primera visita oficial de un miembro de la realeza británica al Estado judío y a los territorios palestinos.
Utilizando un kipá negro, Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, depositó una corona de flores en el Salón de la Memoria en el museo Yad Vashem, donde se mantiene una llama eterna y están escritos en el suelo los nombres de los campos de concentración y exterminio.
“Terrorífico”, comentó Guillermo, observando una exhibición de zapatos de judíos recogidos por los nazis en el campo de exterminio. “Estoy tratando de comprender la magnitud”, agregó.
Después de esa visita, el príncipe fue recibido por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su esposa Sara en su residencia oficial en Jerusalén, que no hicieron comentarios a la prensa.
Durante la visita de cuatro días, que Gran Bretaña ha descrito como no política, Guillermo también tiene programado reunirse con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y con jóvenes palestinos en la Cisjordania ocupada.
En Yad Vashem conversó con dos hombres que sobrevivieron al genocidio nazi gracias a la intervención británica.
Henry Foner, de 86 años, y Paul Alexander, de 80 años, fueron dos de miles de niños judíos recibidos por Reino Unido como parte del “Kindertransport” de la década de 1930 desde una Europa continental que caía ante la conquista alemana.
En comentarios antes de la visita de Guillermo, Alexander, que volvía de un viaje en bicicleta que reconstituyó el periplo que salvó su vida cuando era un niño, dijo que fue escogido para conocer al príncipe por ser el miembro más joven del Kindertransport.
“Cuando puse un pie en suelo inglés por primera vez fue como si renaciera, porque salí de la Alemania nazi y fui recibido por el pueblo británico y tengo una enorme deuda de gratitud con el pueblo británico”, dijo Alexander a Reuters.
Alexander, oriundo de Leipzig, se reunió con su madre, que había llegado a Reino Unido el día previo al inicio de la Segunda Guerra Mundial, y con su padre, que sobrevivió al campo de concentración de Buchenwald. Muchos otros niños del Kindertransport no tuvieron tanta suerte.
Más tarde, Guillermo se reuniría con el presidente Reuven Rivlin antes de viajar a Jaffa y Tel Aviv, en la costa mediterránea.
Reino Unido capturó Palestina del imperio otomano en 1917 durante la Primera Guerra Mundial y administró el territorio bajo mandato internacional hasta 1948. Hasta ahora, era política británica no realizar una visita real oficial hasta que el conflicto palestino-israelí hubiera sido resuelto.