La solución a la escasez de papel periódico que atraviesa la mayoría de los diarios impresos nacionales pudo estar en unos extensos terrenos que se extienden en el municipio Independencia del estado Anzoátegui. Allí es donde debió empezar a operar la primera fábrica de papel prensa en Venezuela desde 2010.
Al menos esa fue la promesa del presidente fallecido, Hugo Chávez, quien por decreto, y en Gaceta Oficial número 38.345 del 28 de diciembre de 2005, creó la empresa básica socialista Pulpa y Papel (Pulpaca), la cual vendría a abastecer la demanda nacional de papel para medios locales al producir 250 mil toneladas al año, casi el doble de lo exigido por los rotativos venezolanos.
Al no producirse en Venezuela, los periódicos regionales y nacionales, a lo largo de la historia, tienen que importar su materia prima. Luego de que el Gobierno nacional implementara el control de cambio y considerara que este insumo no es un bien prioritario, los trámites y retrasos administrativos desde el año pasado dejaron a 21 diarios con un almacenaje de papel hasta febrero.
Mientras, en el sitio donde algún día estará la primera planta de papel, hoy es un inmenso terreno con un par de galpones y arenas rojizas, que según cifras divulgadas en una investigación de la agencia de noticias Reuters, lleva consumido un presupuesto de 845 millones de dólares.
“Documentos del Ministerio de Finanzas muestran que hasta el 2010 el fondo (Fonden) desembolsó 540 millones de dólares para Pulpaca. En la verja del sitio donde se levantará la fábrica, dos avisos gigantescos con un Chávez sonriente ofrecen detalles sobre las inversiones hechas hasta la fecha: 43 millones de dólares para limpiar el terreno y construir dos galpones, un ocho por ciento del total dispuesto por el Fonden para la obra”, detalla la investigación publicada en el 2012.
Más dinero
Con dos años de retraso del proyecto, en 2012, Ricardo Menéndez, entonces ministro de Industria y Comercio, informó en su Memoria y Cuenta de esta empresa como en “fase preoperativa”, pese a que su construcción inició siete años atrás.
Ese año dispuso un presupuesto de dos mil 700 millones, aunque en el informe anual de Pulpaca advertió que el principal obstáculo en la gestión era de tipo presupuestario, pues no se le otorgan los recursos de inversión requeridos.
Según divulga Reuters, en el 2012 la Asamblea Nacional aprobó el equivalente a 305 millones de dólares adicionales para la operación de Pulpaca. “Ni eso parece ser suficiente y la firma clama ahora que necesitará un total de mil 400 millones de dólares para finalmente inaugurar la primera línea de la planta”.
El año pasado, el titular de la cartera de Industria realizó una variación al cronograma de ejecución de la empresa y estimó que estaría listo en el cuarto trimestre de 2013. La página web de la planta solo actualizó avances hasta febrero de ese año, con la culminación de un “almacén de materia prima fibrosa” y la continuación de movimientos de tierras, que al parecer representan apenas 48 por ciento de avance de la obra.
Menéndez informó, para esos días, que el jefe de Estado aprobó para el primer trimestre de 2013 la cantidad de “dos mil 308 millones de bolívares, 517 millones de dólares y 22 millones de euros para el desarrollo de algunos proyectos de valor estratégico. Entre estos se encuentra la empresa estatal Servicios de Laminación y Fundición de Aluminio (Serlaca), la Siderúrgica José Ignacio Abreu de Lima y el complejo Pulpaca”.
La promesa
Según los objetivos planteados por el Ejecutivo, Pulpaca tendrá la capacidad de producir casi el doble de los requerimientos internos de papel prensa. Una vez en funcionamiento la empresa, junto con Invepal (papel higiénico), fortalecerá el sector papelero nacional para garantizar el abastecimientos de los diferentes rubros cuya materia prima es la pulpa de papel.
La Verdad