Analistas consideran que la creación de un nuevo mercado permuta sería beneficioso para bajar las presiones cambiarias, pero prevén que estará igualmente restringido.
Señalan que la reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios podría ser “muy tímida” o “muy restrictiva”, para que el sector privado pueda contribuir al aumento de la oferta de divisas. Destacan que este mercado, a pesar de ser alternativo y oficial, estará sujeto a regulaciones, con participaciones establecidas por la misma norma y con montos específicos de negociación.
Sostienen que a medida que las restricciones sean más severas, ese tercer mercado alternativo tendría pocos efectos en los llamados “cuellos de botella” que existen en la asignación de las divisas al empresariado.
Cabe acotar que la modificación de este instrumento legal, que según el vicepresidente para el área económica, Rafael Ramírez, permitirá la participación de nuevos oferentes de divisas y la vuelta de la compra y venta de bonos convertibles en divisas, aún no ha sido publicada. Se ha evidenciado un retraso en esta reforma a pesar de que está incluida en la Ley Habilitante que se le otorgó al presidente Nicolás Maduro.
Ramírez dejó entrever hace unos días que el instrumento legal despenalizará las operaciones de permuta.
“Con la modificación de la Ley de Ilícitos Cambiarios lo que vamos es a abrir la posibilidad de que bajo las reglas de juego que estamos poniendo exista la posibilidad de que otros sectores distintos al Estado coloquen en la economía o hagan permuta entre privados para traer más divisas”, dijo en entrevista en Venevisión.
Y agregó que si las divisas que asigne Cadivi y el Sicad no eran suficientes para abastecer el mercado, “entonces vamos a modificar la ley para que usted (sector privado) traiga sus dólares y para que pueda hacer sus permutas”.
Analistas de ODH Consultores señalaron en un informe que esperan que por lo menos la reforma establezca la posibilidad de que Pdvsa pueda vender divisas a un tipo de cambio diferente al de Cadivi, ya que la oferta estatal está bastante comprometida y escasa. Destacan que esa restricción dificultará la posibilidad de aumentar la oferta de divisas por vías diferentes a las que provea el Estado.
“Podría permitirse, por ejemplo, un nuevo mercado de divisas que funcione con una tasa de cambio relativamente más alta y vinculada con un mecanismo de mercado, en el que más actores estén dispuestos a ofrecer divisas y haya menos restricciones para quienes deseen adquirirlas. Sin embargo, hasta ahora el Gobierno ha demostrado que mantener control sobre el tipo de cambio es un objetivo primordial, así que de crearse un nuevo mercado posiblemente estaría altamente restringido”, se desprende en el informe del grupo ODH.
Desde finales de 2013 la asignación de las divisas a tasa oficial registra una baja que se evidencia en los incrementos de escasez de bienes. Cadivi y Sicad otorgaron el pasado año 15% menos divisas que lo liquidado en 2012, situación que ha afectado a la economía. A los analistas les preocupa que mientras el Centro de Comercio Exterior (Cencoex) tome las riendas de los mecanismos que regirán la política cambiaria, se observa una paralización en la liquidación de las divisas. A esto se le suma que el Sicad lleva ya tres semanas sin realizar convocatoria.
Por lo que destacan que mientras haya “sequía” de divisas, la situación no mejorará.
El atractivo
A juicio del profesor y economista Andrés Santeliz, si el mercado cambiario cuenta con la vuelta del permuta, efectivamente tendrá algún tipo de beneficio para el mercado cambiario. Sin embargo, destaca que para los particulares pueda no ser atractivo vender un activo como lo es un bono en divisas.
“Hay que recordar que una de las causas de la salida de capitales obedece a la de particulares de preservar el valor de sus activos y fundamentalmente porque la tasa de inflación es alta en el país”.
Resalta que aunque con los correctivos necesarios disminuyan en alguna medida las presiones inflacionarias, los tenedores de este tipo de bonos se quedarán con los mismos a menos que tengan alguna necesidad de recursos en bolívares.
Destaca que debe haber un precio atractivo para que la venta de los bonos sea mayor. “Un dólar barato es un bolívar caro. No creo que haya una avalancha de personas acudiendo a este mercado”.
Algunas empresas y bancos del Estado cuentan en su portafolio de inversiones con una cantidad importante de papeles en divisas, los cuales pueden ser negociados en el mercado cambiario. No obstante, para Santeliz la tenencia de los bonos para estas instituciones es un activo importante para preservar, por lo que su transacción “obedecería a una estrategia de política cambiaria. Es decir, a menos que reciban la instrucción por parte de las autoridades monetarias y financieras de la necesidad de venderlos”.
Para el economista Orlando Ochoa la vuelta de un mercado permuta o permitir nuevos oferentes de divisas obedece al poco incremento que han tenido las reservas internacionales.
Sostiene que para que haya estabilidad o para un reordenamiento el mercado cambiario es necesario tres aspectos.
“El primero es contar con un presupuesto balanceado para que el financiamiento del déficit no distorsione el mercado cambiario; en segundo lugar, que el Banco Central de Venezuela cumpla con la normativa moderna de estabilidad monetaria (no financiar el déficit fiscal); y tres, desarrollar un sector exportador privado”.
Ochoa recordó que Pdvsa debe entregar una mayor parte de sus divisas provenientes de la exportación al BCV. Considera que la reforma a la Ley de Ilícitos Cambiarios buscará beneficiar más a Pdvsa que requiere negociar divisas a una tasa mayor a la de Bs. 6,30 por dólar.
“Pdvsa es el meollo del problema. Entrega pocos dólares y su déficit de bolívares lo financia el Banco Central, lo que incrementa la masa monetaria, presiona el dólar paralelo y la inflación”, dijo.
Fuente: Emen