No se sabe la razón por la cual la vicepresidenta del gobierno chavista presentó con bombos y platillos el presupuesto para el próximo año, si en verdad las cuentas nunca están claras, pues ellos hacen con el dinero de la nación lo que les da la gana y presentan una memoria y cuenta que parece un cuento de hadas.
Esta vez aseguran que casi todo el presupuesto será destinado al gasto social, aproximadamente 77%. Además, que 61% de los ingresos para financiar todo lo que tienen “planeado” provendrá de las ventas del petróleo. Si esto no parece una fantasía, entonces es un cuento chino. Son números que parece que se lanzan sin el menor respaldo, solo para que los medios de comunicación los repitan y la gente crea que piensan invertir el dinero en solucionar los problemas de las mayorías desprotegidas.
Sin embargo, este discurso de la presentación del estimado de gastos para 2022 sirve para la misma cantaleta, el “bloqueo criminal” al que está sometido el país, que supuestamente tiene más de la mitad de sus activos paralizados. Siempre es culpa de los demás y son los malvados países como Estados Unidos y sus aliados los que hacen imposible que Venezuela se recupere.
El otro cuento de la vicepresidenta es la recuperación del bolívar. Aseguró que este año comenzaron con esa tarea y que por eso 80% de las transacciones en el país se hacen en moneda local. Pero esto contrasta con los estudios que han hecho firmas como Ecoanalítica, que asegura que el dólar es la moneda usada en por lo menos 65% de las actividades en los centros urbanos. ¿A quién creerle? Por supuesto que la gente lo que ve son los billetes verdes, el bolívar pasó a ser un espejismo y por eso se les cae la mentira.
Lo malo es que insisten en las políticas económicas que han venido aplicando hasta ahora, si es que hay alguna, porque más bien todo es un caos. Nada de liberar el sistema cambiario ni adoptar el dólar como moneda, porque la vicepresidenta considera que eso sería un “crimen histórico”, aunque todo el mundo está seguro de que ella en sus carteras de diseñador guarda solo billetes verdes y poco le importa el “bolívar digital”.
Si tan solo la inversión social fuera cierta, no importaría si la hacen en dólares, en yenes, en euros o en lo que sea. La gente está desesperada y necesita mucho más que una bolsa CLAP. Los hospitales, programas como los comedores escolares, la atención a la tercera edad, todo eso es materia pendiente y debería ser la prioridad.
Editorial de El Nacional
