El presidente iraní, Hassan Rouhani, rechazó cualquier posible conversación con Estados Unidos y pidió el martes que se otorgue al gobierno más poder para dirigir una economía local golpeada por la “guerra económica”.
El presidente Donald Trump retiró hace un año a Estados Unidos de un acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y las potencias mundiales, en virtud del cual Teherán redujo su capacidad de enriquecimiento de uranio – un potencial camino hacia la creación de una bomba nuclear – y obtuvo a cambio un alivio en las sanciones que pesaban en su contra.
Trump restauró las sanciones de su país contra Irán el año pasado y las incrementó este mes, ordenando a todos los países que detengan las importaciones de petróleo iraní o enfrentarán sus propias sanciones.
Washington asegura que su objetivo es presionar a Teherán a realizar nuevas negociaciones sobre un acuerdo más amplio de control de armas. Irán ha rechazado repetidamente cualquier otra negociación si Estados Unidos permanece fuera del pacto nuclear.
“La situación de hoy no es adecuada para conversaciones y nuestra elección es solo la resistencia”, dijo Rouhani a la agencia estatal de noticias IRNA.
Trump amenazó el lunes “con el fin oficial de Irán” si la república islámica intenta algo contra los intereses de Estados Unidos en Oriente Medio, pero agregó que está dispuesto a conversar con Teherán “cuando estén listos”.
Rouhani comparó la situación actual con la guerra que enfrentó a Irán con Irak en la década de 1980 y dijo que el gobierno necesita poderes similares a los que tenía en ese momento para administrar la economía.
“En ningún periodo anterior hemos enfrentado los problemas de hoy en la banca y las ventas de petróleo, por lo que necesitamos que todos se concentren y sientan las condiciones de la guerra económica”, dijo Rouhani a la agencia de noticias estatal IRNA.
Rouhani ganó dos elecciones de forma aplastante en Irán con promesas de aliviar su aislamiento internacional. Pero la decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear de 2015 ha llevado a que los iraníes hayan sentido poco o ningún beneficio económico con las políticas de su presidente.
El rial, la moneda local, perdió alrededor del 60 por ciento de su valor en 2018 bajo la amenaza de nuevas sanciones de Estados Unidos, lo que afectó el comercio exterior iraní y aceleró la inflación anual.
Reuters