Algún día los venezolanos, cuando esto pase, tendremos que agradecer al mundo su preocupación, por haber puesto sus ojos y sus oídos en el drama que nos agobia y nos atrapa. Mientras la guadaña se cierne sobre organizaciones civiles que sustituyen con su labor la ausencia de un gobierno que gobierne, en Ginebra será reconocida la labor de un venezolano que desde 1995 creó la organización Acción Solidaria para promover los derechos a la salud, la igualdad y la no discriminación de las personas que viven con el VIH y el Sida.
Feliciano Reyna, arquitecto formado tanto en Estados Unidos como en Venezuela, recibir este jueves 16 el Premio Matin Ennals para Defensores de los Derechos Humanos que reconoce a personas e instituciones comprometidas con la promoción de los derechos humanos a pesar de los riesgos que eso implica. Martin Ennals fue un activista británico que se desempeñó como secretario general de Amnistía Internacional de 1968 a 1980.
Junto a él también serán laureados Khurram Parvez (de Jammu y Cachemira) y Delphine Kemneloum Djirabéd (de Chad). Parvez no podrá estar en la ceremonia porque el gobierno de la India lo mantiene detenido desde noviembre de 2021 bajo las acusaciones de «financiamiento al terrorismo, ser miembro de una organización terrorista, conspiración criminal y librar una guerra contra el Estado», ¿nos suena, verdad? Parvez preside una federación de organizaciones que lucha contra las desapariciones involuntarias.
Acción Solidaria proporciona medicamentos y tratamiento para el VIH/Sida y crea conciencia sobre la prevención. Comenzó creando un centro único en Caracas y se convirtió en una red de organizaciones de servicios en todo el país. En 2003, Reyna, junto con otros defensores de derechos humanos creó Codevida, una coalición que amplía su campo de acción a todas las personas afectadas por enfermedades crónicas.
La labor de estas organizaciones ha permitido recibir y distribuir tratamientos para todo tipo de condición. Reyna ha explicado que los insumos llegan a las personas que los requieran por medio de especialistas o jefes de Unidad en los hospitales. Entre 2019 y 2022 más de 760.000 personas recibieron medicamentos para hipertensión, diabetes y alzhéimer. También surten al mes miles de guantes, inyectadoras, mascarillas, gasas, de lo que se carece con frecuencia en los centros hospitalarios del país
La ley que se propone aprobar la Asamblea Nacional para el control y fiscalización de las organizaciones no gubernamentales tendrá un impacto negativo, de ser finalmente sancionada como se presume, sobre la labor de estas organizaciones que son expresión de la sociedad civil, El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha advertido en repetidas oportunidades que el espacio para la participación de la sociedad contribuye a que todos los derechos estén mejor protegidos.
Reyna también lo ve así. «Esta es una manera eficiente de responder a las necesidades tan urgentes que hay en la sociedad venezolana (…) se supone que el gobierno venezolano está buscando espacios para estabilizar su situación, pero esta ley es un daño para el propio gobierno».
Editorial de El Naciomal