La alianza OPEP+ (OPEP y aliados), liderada por Arabia Saudita y Rusia, se han dado 24 horas más para buscar el consenso sobre la cantidad de crudo que producirán entre agosto y diciembre, mientras los precios del petróleo se fortalecían ante los indicios de que el aumento esperado puede ser modesto.
En un comunicado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo comunicó que la sesión del Conjunto de Supervisión Ministerial (JMMC, en sus siglas en inglés) de la OPEP+, iniciada en la tarde del jueves, se suspendió y se reanudará mañana, viernes.
Le seguirá la reunión plenaria de la OPEP+, el órgano encargado de tomar la decisión definitiva, que hoy no llegó a celebrarse.
Lo que sí tuvo lugar fue la 181 conferencia ministerial de los trece miembros de la OPEP, sin sus aliados, que, centrada en asuntos administrativos internos, se celebró antes del JMMC.
Presidido por el ministro de Energía de Arabia Saudita, Abdelaziz bin Salmán, y el viceprimer ministro ruso Alexándr Novak, ese comité se reúne habitualmente antes de la reunión ministerial de la OPEP+ para evaluar la situación y eventualmente hacer una recomendación sobre la medida más apropiada a tomar.
El reparto de cuotas crea polémica
Algunos delegados dijeron que Arabia Saudita y Rusia habían propuesto un acuerdo preliminar para aumentar el bombeo conjunto en 2 millones de barriles diarios (mbd) entre agosto y diciembre, a razón de 400.000 bpd cada mes.
Pero, según fuentes citadas por la agencia rusa TASS, hubo países contrarios a la distribución por cuotas nacionales propuesta para el incremento.
En particular, Emiratos Árabes Unidos y Kazajistán se opusieron a las recomendaciones previas del Comité, que finalmente no llegó a formular una recomendación, por lo que se decidió continuar intentándolo el viernes.
Los precios reaccionan
Sea como sea, la noticia sobre un probable compromiso para un aumento de 2 millones de barriles por día repartido en cinco meses parece haber decepcionado en los mercados mundiales de crudo, donde evidentemente se considera inferior al vigoroso aumento de la demanda de combustibles que se espera en la segunda mitad del año.
En consecuencia, los «petroprecios» reaccionaron al alza y alcanzaron niveles que no se veían desde 2018.
El barril de petróleo Brent terminó en el mercado de futuros de Londres en 75,84 dólares, un 0,94 % más que al cierre anterior, mientras que en Nueva York, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se encareció un 2,4 % al concluir la sesión a 75,23 dólares por barril.
La modesta propuesta es incluso inferior al incremento vigente del grupo, pues éste es de 2.141.000 mbd repartido en tres meses, entre mayo y julio.
Si bien ve razones para el optimismo, la OPEP+ prefiere no arriesgar un nuevo exceso de oferta que hunda los precios, después de la hecatombe vivida en 2020 a raíz de la crisis del coronavirus.
«Hemos experimentado muchos amaneceres falsos durante esta pandemia, y aunque nos reunimos hoy en un momento de creciente esperanza y optimismo, no es momento de bajar la guardia», advirtió el presidente de turno de la OPEP, el angoleño Diamantino Pedro Azevedo al inaugurar la conferencia de la organización.
Entre las preocupaciones de los productores, resaltó la expansión de la variante delta del coronavirus y los posibles efectos inflacionarios de las medidas de estímulo fiscal para reactivar la economía de muchos países desarrollados.
Por otro lado, sobre las deliberaciones pesa la probable vuelta al mercado de las exportaciones de crudo iraníes, si Teherán y Washington, junto a otras potencias occidentales, logran un compromiso para reactivar el acuerdo sobre el controvertido programa nuclear de la República Islámica.
Fuente: Meridiano
Por: Maria Laura Espinoza
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