El precio del barril de petróleo Brent para entrega en agosto terminó en el mercado de futuros de Londres en 75,19 dólares, un 0,52 % más que al finalizar la sesión anterior.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un incremento de 0,39 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 74,80 dólares.
Un descenso de 7,6 millones de barriles en los inventarios de crudo de Estados Unidos impulsó la cotización del barril de Brent, que superó la barrea psicológica de 75 dólares.
La caída de las reservas aviva el optimismo por un incremento de la demanda al inicio de la temporada de verano en Estados Unidos y Europa, donde han comenzado a relajarse las medidas contra la pandemia de coronavirus.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró la jornada del 23 de junio con un alza del 0,3 % y se situó en 73,08 dólares, impulsado por los datos de las reservas estadounidenses.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en agosto sumaron 23 centavos de dólar con respecto al cierre de la jornada anterior.
El petróleo de referencia en EE.UU. atravesó una buena jornada, pero redujo sus ganancias después de que los datos del Gobierno confirmaran una nueva caída semanal, la quinta consecutiva, en los inventarios de crudo, momento en que los inversores aprovecharon para recoger beneficios.
La Administración de Información Energética reportó un descenso de 7,6 millones de barriles en la semana terminada el 18 de junio, una cifra superior a la esperada y a la estimada previamente por la patronal del sector.
«Gracias a los exitosos programas de vacunación, las economías están reabriendo y la demanda de combustible está elevándose. La fuerte demanda está drenando los inventarios, impulsando los precios hasta máximos no vistos en años», explicó la analista Sophie Griffiths, de Oanda.
Los expertos han señalado que las fuertes subidas en los barriles de referencia en EE.UU. y Europa, sumados a los descensos en las reservas que se ven desde hace semanas, apuntan a un desajuste entre oferta y demanda.
En ese sentido, la atención está ya fijada en la próxima reunión que celebrarán la OPEP y sus aliados sobre su estrategia de producción, el 1 de julio, en la que se espera que sigan abriendo los grifos a partir de agosto.
«Dada la mejorada perspectiva de demanda y el hecho de que el petróleo iraní probablemente no volverá al mercado pronto, hay posibilidades de que algunas naciones de la OPEP+ como Rusia presionen para un incremento de la producción a partir de agosto«, explicó Griffiths.
Varios analistas han asomado la posibilidad de que los precios internacionales del crudo alcancen el rubicón de 100 dólares por barril, aunque todavía esta es una situación a la que se le asigna una probabilidad moderada.
Fuente: Banca y Negocio
Por: Maria Laura Espinoza
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