El precio del barril de petróleo Brent para entrega en octubre terminó este jueves en el mercado de futuros de Londres en 71,30 dólares, un 1,28 % más que al finalizar la sesión anterior.
El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un incremento de 0,90 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 70,40 dólares.
La cotización del Brent repuntó después de tres días a la baja, a pesar de que persiste la preocupación sobre la evolución de la demanda en China ante el incremento de casos de coronavirus.
El aumento de las reservas de Estados Unidos esta semana y los planes de producción de la OPEP limitaron asimismo el rebote del precio.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este jueves con una subida del 1,38 %, hasta 69,09 dólares el barril, impulsado por las tensiones geopolíticas en Oriente Medio.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en septiembre sumaron 0,94 dólares con respecto al cierre anterior.
Según los analistas, influyó en el mercado la inestabilidad en Oriente Medio, con bombardeos israelíes en el sur del Líbano en respuesta a ataques con cohetes desde esa zona y a los últimos incidentes con varios buques en el golfo de Omán, de los que algunos países responsabilizan a Irán.
Los precios del «oro negro» recuperaron prácticamente la mitad de lo perdido en la víspera, cuando se conoció que en la semana terminada el 30 de julio los inventarios estadounidenses se incrementaron en 3,6 millones de barriles.
La cifra sorprendió al mercado, que esperaba un descenso en las reservas tras varias semanas de caídas, especialmente después de una primera lectura ofrecida en ese sentido por parte del Instituto Americano del Petróleo, la patronal.
En los últimos días, el precio del petróleo se ha visto afectado además por el aumento de casos de covid-19 vinculado al avance de la variante delta en muchos países, incluidos Estados Unidos y China, los dos mayores consumidores de crudo.
El miedo de los inversores es que ello golpee a la demanda, justo cuando los países productores están comenzando a elevar los niveles de suministro que mantuvieron muy bajos para evitar un desplome total de los precios durante la pandemia.
Fuente: Banca y Negocio
Por: Maria Laura Espinoza
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