Si eres de los que tiene sexo en cualquier parte porque te parece mucho más excitante, aquí te dejamos unas posturas geniales para esos momentos
Cuando de placer se trata, no existen horarios ni lugar. Para esos momentos en donde el cuerpo pide a gritos el roce de una mano ajena, o el sabor de otros labios, y se tiene a la persona(s), pero no se cuenta con el sitio adecuado, no podemos ver inmersos en un gran problema.
A veces la pasión llega en los momento menos oportunos, quedando a expensas de un arrebato carnal. Imagina que estás en la oficina, y de la nada se aparece tu esposa, amante o compañera de trabajo; sin pensarlo, la pasión sube y el cuerpo se aloca, y no sabes qué hacer, las ganas son muchas y el riesgo también, ¿Qué hacer?, una película porno te mostraría que el mejor lugar es encerrarte en un despacho y usar el escritorio como cómplice, sin embargo, esta es una mala opción.
A continuación te presentamos una galería de posturas sexuales ideales para aquellos momentos inoportunos, pero deliciosamente sensuales.
En el ascensor. Están solos en el ascensor, una mirada es seguida de unos buenos besos, y de ahí no hay de otra más que culminar la aventura. ¿Qué hacer? La chica debe apoyar la espalda en la pared y rodear con las piernas el cuerpo de él mientras la penetra.
En el probador. Decidiste acompañar a tu chica a comprarse ropa, sin embargo, la visita de boutique en boutique se extienden y ella aún no decide que llevarse. Se ha probado infinidad de prendas y nada le convence, así que decides echar un vistazo a probador en donde esta ella, y no pudiste aguantar las ganas ¿qué hacer? Ella debe de apoyar las manos en el banco que hay, mientras tú comienzas a penetrarla por detrás.
En la oficina. Tienes el despacho o la sala de juntas sola, no hay nadie a su alrededor, tú y tu compañera tienen el espacio perfecto para soltarse el pelo ¿qué hacer? Seguramente hay algún sofá o alguna silla: Tú te sientas y ella se coloca encima de ti, dándote la espalda y así inicia la cabalgata.
El cine, el teatro o cualquier recinto. La opción más común sería que mientras tú estás sentado, ella te cabalgara. Sin embargo, es muy arriesgado, lo mejor es tirarse al suelo y practicar la clásica posición del misionero, o tal vez algo de sexo oral.
Baño público. Están en un restaurante ambos se están coqueteando, mientras por debajo de la mesa, comienza un roce de manos y cuerpo, deciden que es momento de terminar lo que empezaron, así que van al baño ¿qué hacer?, mientras tú te sientas en la taza, ella se monta en ti, quedando boca con boca. Tú tendrás acceso para acariciar sus pechos y también sus nalgas.
Fuente: 6topoder.com