Imparable, veloz, potente y letal. Los cuatro adjetivos se unieron en la actuación de Cristiano Ronaldo ante Suecia. El capitán de la Selección de Portugal llevó a su equipo al Mundial de Brasil 2014 y se ganó lo halagos de la prensa local.
Todos los periódicos se rindieron a los pies del hombre que firmó el boleto a la Copa del Mundo. Fue determinante en el partido de ida, dónde convirtió el 1-0. Y para la vuelta guardó lo mejor.
Tras una diagonal perfecta, tomó el pase filtrado y no se detuvo hasta rematar a la red. Gritó fuerte, se golpeó el pecho y señaló el piso. «Acá mando yo», parecía decir CR7 tras anotar el 1-0.
Y tras los dos goles de Zlatan Ibrahimovic, y cuándo la esperanza de Suecia crecía, volvió a ponerse el traje de superhéroe y cambió el resultado adverso. Siempre dejó a atrás a los defensores suecos, siempre definió donde pedía la jugada. Sumó dos goles más y estableció el 3-2.
El pitido final marcó la consagración de Cristiano en el seleccionado, dónde alcanzó la cima como máximo goleador histórico (igualó a Pauleta en 47 goles).
La prensa portuguesa no hizo más que poner en un pedestal al jugador. El Diario de Noticias ocupa la mayor proporción de su tapa con una foto de él con los brazos abiertos y escribe: «Cristiano de otro mundo pone a Portugal en el Mundial.»
Los periódicos deportivos lusos no desentonaron. A Bola pone «el mejor del mundo marca un hat-trick» y ocupa completamente su portada con la imagen del futbolista.
El otro, O Jogo, pone en la parte superior una imagen del Cristo Redentor de Rio de Janeiro con la camiseta de CR7. Debajo, titula con la palabra «colosal» y describe: «Ronaldo, estratosférico, garantiza el campeonato del mundo».
Fuente: Infobae