El cardenal y arzobispo de Mérida dijo que la Contraloría debería investigar denuncias sobre fraude. Indicó que las decisiones de la constituyente serán ilegítimas
El cardenal Baltasar Porras Cardozo afirmó que “la asamblea nacional constitu yente se instala hoy en medio de un camino torcido plagado de muchos vicios, según lo han señalado muchos sectores no solo de la oposición, sino también del oficialismo. La manera como se ha conducido este proceso arroja evidencias de lo que pareciera un fraude. No puede instalarse una constituyente con esta ilegitimidad. Será más torcido de lo que ya está, con un camino de atropellos y espinas como se ha visto en estos días con la destitución de alcaldes y el regreso a la cárcel de Ramo Verde de los dirigentes Leopoldo López y Antonio Ledezma. Las sentencias del TSJ indican una venganza e intenciones de un querer borrar del mapa todo lo que es disidencia y tener el control absoluto del país”.
El prelado enfatizó que los actos del gobierno luego del 30 de julio no pueden aplaudirse. El también arzobispo de Mérida, estado donde se han registrado varias víctimas de la represión, cuestionó que ante las denuncias de fraude del reciente proceso electoral, los órganos del Estado y, particularmente, la Contraloría General de la República no hayan iniciado una investigación.
“Hay un desconocimiento total de la necesaria autonomía de los poderes públicos para que pueda existir un equilibrio en el país. Mientras, se dejan de lado los verdaderos problemas que aquejan a los ciudadanos”, indicó.
Porras Cardozo afirmó que con ese preámbulo no pueden aplaudirse las decisiones que asumirán los 545 miembros de la constituyente, las cuales considera no serán de obligatorio cumplimiento. “Con la ANC se quiere imponer a un sector minoritario que busca llevar al país a un despeñadero, hasta las voces de la comunidad internacional han alertado de esto y de situaciones graves como la de los presos políticos. Sus acciones no tendrán credibilidad ante los ciudadanos. No pueden avalarse o cumplirse decisiones que van contra los derechos humanos, en detrimento de la población y que podría generar situaciones de violencia. La forma como se quiere realizar la constituyente es lo que ha sido calificado de acciones de dictadura”.
Los obispos venezolanos pidieron al presidente Nicolás Maduro, en reiteradas oportunidades, que retirara un proceso constituyente para el que no fue consultado el pueblo.
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Sofía Nedder