En la década de 1770 Marie-Jeanne Bertin, conocida comoRose Bertin, era una sombrerera parisina cuyas creaciones causaban furor entre las damas. La condesa de Chartres la presentó a la emperatriz María Teresa que se encontraba quejosa por lo que ella consideraba elnulo gusto de su hija a la hora de escoger su vestuario –hay cosas que no cambian nunca-. Bertin recibió el encargo de vestirla y sus lujosos vestidos causaron furor en la corte. Pero la emperatriz seguía disgustada: ahora su hija vestía como una actriz de teatro. Su hija se llamaba María Antonieta, que al convertirse en reina de Francia comenzó a gastar ingentes cantidades de dinero en ropa. Por su parte, Bertin alcanzó la fama y empezó a vestir a la aristocracia francesa y las reinas de prácticamente todas las monarquías europeas.
María Antonieta estba tan entusiasmada con los diseños de Bertin que le abrió un taller propio en Versalles, donde fue nombrada «ministra de la moda», y creó novedosos modelos para la reina, como el llamado Grand habit de cour. Por supuesto,sus precios eran exagerados, pero su fama atrajo la atención sobre los diseñadores de moda, que empezaron a firmar sus creaciones.
Y en 1846 el francés Charles Worth introdujo la costumbre de usar modelos de carne y hueso para presentar sus vestidos. El tiempo para las top model acababa de nacer…
Muy Interesante