Científicamente hablando las líneas de nuestras manos, llamadas pliegues de flexión palmar, ayudan a estirar la piel de la mano y apretar.
Los pliegues palmares se forman en el útero alrededor del tercer mes de gestación. La mayoría de las personas tienen tres pliegues y otras solo uno (conocido antiguamente como pliegue simiesco). Este último caso, presente en 1 de cada 30 personas, pueden mostrar indicios de problemas con el desarrollo y están asociados a trastornos como el síndrome de Down.
El grosor y número de pliegues también dependen de factores tales como la herencia familiar y la raza.
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