¿Recuerdas cuando dormías toda la noche de un tirón? El estrés y las preocupaciones diarias ya te restan suficientes horas de sueño, pero si además tienes que ir al lavabo cada dos por tres, dormir plácidamente se convierte en misión imposible.
Síndrome miccional, vejiga hiperactiva, “nocturia”… hay muchos nombres científicos que explican la necesidad de ir constantemente al baño, pero ¿creías que eras la única? Según The Journal of Urology el 44% de las mujeres de entre 20 y 40 años se levantan al menos una vez por noche, y no sólo eso, el 18% tienen que ir hasta dos veces.
¿Realmente necesitas ir tanto a orinar? Si tu respuesta ha sido un “sí” rotundo, quizá no sea del todo como crees. Si estás acostumbrada a ir al baño por la noche puede que tu cerebro ya se haya acostumbrado, incluso puede que te levantes siempre a la misma hora, aunque realmente puedas aguantar más.
¿Cuánto pipí haces? La cantidad en este caso es importante, ya que si te levantas muchas veces pero sólo son unas gotitas lo más probable es que tengas una vejiga hiperactiva.
Todo esto tiene solución. La más sencilla es empezar a vigilar los líquidos que tomas antes de ir a dormir, especialmente las bebidas con alcohol o cafeína, que son las que más influyen en la calidad del sueño. Además, las bebidas cafeinadas hacen que tengas más posibilidades de tener vejiga hiperactiva.
Si poniendo especial atención a lo que bebes no logras acabar con el problema, puede que se trate de algo más. Hay infinidad de condicionantes que pueden hacer que vayas más de lo normal al baño, entre ellos la diabetes (incluida la gestacional) y los problemas cardiovasculares. También puede influir cualquier alteración en el tracto urinario y la pelvis, como la cistitis, la inflamación de vejiga,… En estos casos también se experimenta dolor, por lo que se acude al médico rápidamente. Los medicamentos también pueden influir en tus necesidades urinarias.
¡No olvides ejercitar tus músculos! Hay que estar en forma por fuera y también por dentro, por lo que debes prestar atención a los músculos de tu pelvis, los encargados de contener y vaciar el líquido cuando la vejiga está llena. Tus mejores aliados serán los ejercicios de Kegel, muy útiles para fortalecer el suelo pélvico.
Fuente: Womens Health