Al momento previo de llorar, sentimos un nudo en la garganta que es ocasionado por el sistema nervioso autónomo –que comprende todos los sistemas nerviosos-. Esta reacción ocurre involuntariamente y se debe a un estado de hiperactividad generado por las emociones.
Durante esta fase de hiperactividad, el sistema nervioso autónomo envía una mayor cantidad de oxígeno a los músculos para que estén preparados para cualquier respuesta inmediata. Pero para que llegue más oxígeno al organismo, es necesaria una mayor entrada de este elemento químico.
Es por esto que se envía una señal a la glotis –abertura superior de la laringe, al fondo de la garganta- para que se mantenga abierta durante el mayor tiempo posible, ya que esta parte es la encargada de permitir el paso del aire a los pulmones.
De esta forma, al momento previo de llorar ya sea de la emoción o la tristeza, la glotis está obligada a permanecer abierta por lo que sentimos una tensión excesiva en la garganta, pues nuestro organismo está aspirando todo el aire posible. A esta reacción se le denomina médicamente como “globo faríngeo”.