“Se me hace la boca agua”, esta es la curiosa y típica frase que utilizamos cuando estamos viendo o se nos antoja algo de comer. Pero ¿porque se nos hace agua la boca?
Un experto revela que con el simple hecho de oler o ver una comida que nos resulta apetitosa, hace que se produzca más saliva en nuestra boca. Es decir, el cerebro envía señales a las glándulas salivales que comienzan a producir mayores volúmenes de saliva en la presencia de una comida sabrosa.
En principio la salivación es un estímulo asociado a la comida y su olor, pero el cerebro puede asociar la respuesta a estímulos de otro tipo como la vista, un simple recuerdo u otros más complejos según cada experiencia personal. La salivación se vincula a estímulos positivos, a alegría y emoción.
Gordon Proctor, profesor en biología salival del King’s College de Londres, explica qué nuestro cerebro produce más saliva con apenas el olor de un pan; y que además, la saliva contribuye a la digestión ya sin ella, sería casi imposible masticar y tragar alimentos. Protege a los dientes de bacterias y disminuye la propensión al desarrollo de infecciones como aftas, úlceras y enfermedades en las encías.
Aunque la saliva está compuesta en 99% por agua se encuentran hormonas como la testosterona, el cortisol y la melatonina. Además tiene minerales como calcio, electrolitos y componentes antibacterianos.
Sin duda, la saliva es uno de los fluidos corporales más importantes para mantener el correcto funcionamiento de nuestra boca y el resto del cuerpo.
Planeta Curioso