Las cosas más bonitas son las que no se pueden ver, ¿será por eso?
Dicen que si se besa con los ojos abiertos es porque no hay amor. Pero por lo que te contaré ahora, el amor no vendría a ser el protagonista principal en esta historia, sino más bien nuestros sentidos. ¿Te quedas a que te cuente? ¡Vamos!
¡Oh, se me ha olvidado cerrar los ojos!
En ese momento mágico en que los labios de ese chico que te trae loca tocan los tuyos, cierras los ojos de inmediato. No creo que nadie que se esté besando piensa que se le ha olvidado cerrar los ojos, porque es algo automático que todos hacemos. Pero, ¿por qué?
Dos psicólogos publicaron un estudio en la revista de Psicología experimental cuya hipótesis era que cerramos los ojos al besar para que el cerebro no se enfoque en otro sentido que el del tacto.
Estos psicólogos reclutaron a un grupo de voluntarios y les hicieron buscar algo en concreto mientras les provocaban vibraciones en ambas manos. Así comprobaron que llevar a cabo una tarea en la que necesitaran del sentido de la vista era mucho más complicado si se tenía un estímulo del sentido del tacto.
No se puede hacer dos cosas al mismo tiempo
Sí, mi madre ya me lo decía: “Sofía, no puedes silbar y comer al mismo tiempo”. Sin embargo, nunca pensé que esta teoría pudiera aplicarse a algo tan simple e instintivo como el beso. Vaya que había cosas sobre los besos que no sabíamos, ¿no?
Así que, guiados por la conclusión de su estudio, estos psicólogos afirman que cerramos los ojos para besarnos porque, si no lo hacemos, el estímulo visual nos distrae del estímulo sensorial. Es decir, necesitamos cerrar nuestros ojos para poder disfrutar físicamente del beso. Qué loco, ¿no? Y eso que decíamos que las mujeres podíamos hacer muchas cosas al mismo tiempo, pero con esto le erramos.
Así que ya sabes, para disfrutar de un buen beso que nada te distraiga y que tu mente solo esté pensando en lo bien que saben sus labios. ¡Qué ganas de besar que me dieron! ¿Y a ti? Sabía que sí.
iMujer