Una vez que Michael Douglas encendió la mecha al decir que su cáncer de garganta fue “provocado por algo llamado VPH, que de hecho viene por cunnilingus”, la preocupación de organizaciones de educación sexual y del público se volvió una vez más hacia un hoyo negro en el marco del cuidado: ¿qué tan peligroso es hacer o recibir sexo oral sin protección?
Al darle sexo oral a un hombre el peligro es que la bacteria de la gonorrea se quede habitando en la garganta de quien lo da, y en el caso de practicar cunnilingus a la mujer, el riesgo es desarrollar diversos tipos de cáncer relacionados con el VPH, el virus del papiloma humano. Un estudio del 2012 encontró que 10% de los hombres y 3.6% de las mujeres tienen VPH en la garganta –esto, sin embargo, no es garantía de cáncer; junto a estas enfermedades, el sexo oral en hombres y mujeres puede acarrear la indeseable compañía de enfermedades como gonorrea, sífilis, herpes, hepatitis B y clamidia.
Si bien es cierto que el sexo oral sin protección es ligeramente menos peligroso que el sexo anal o vaginal sin protección, en la práctica nadie parece querer usar dispositivos de barrera en las prácticas orales: el 70% de los adolescentes de EU, así como el 82% de los adultos no utilizan protección al dar o recibir sexo oral.
Con amenazas en apariencia más urgentes, como la contención del virus del VIH a través de extensas campañas de protección, el sexo oral fue relegándose poco a poco; después de todo, en el 204 una encuesta de la Asociación Estadunidense de Salud Social encontró que 1/4 de los adultos en edad reproductiva nunca usaba condones durante el sexo vaginal. Según la Encuesta Nacional de Salud Sexual, sólo 1/4 de las relaciones vaginales se realizan con protección de barrera, y mientras más avanza la edad de la persona es menos probable que use condón: según el Centro para el Control de Enfermedades, 68.3% de hombres y 71.6% de mujeres entre 15 y 44 años reportaron “nunca” haber usado condones (aunque no se especifica si no lo usaron en sexo oral, vaginal o anal.
Sin embargo, el VPH sigue siendo el peligro silencioso en el caso del sexo oral. Aunque la enfermedad está mayormente asociada con infecciones en el cervix de la mujer, el VPH fue encontrado como la causa de 37.3% de diversos tipos de cáncer oral, lo que en la población masculina suma un 78.2% de esta forma de cáncer.
El único grupo que aplica regularmente protección de barrera para todos los tipos de relación sexual, incluido el sexo oral, son las trabajadoras sexuales. En lugares donde la prostitución es legal, como en el estado de Nevada, EU, la ley obliga a los y las trabajadoras sexuales a utilizar condón con cada cliente; los investigadores han encontrado que, a pesar de la reticencia de algunos clientes, las trabajadoras sexuales logran erotizar y volver “sexy” el uso del condón para sexo oral.
Norma Jean Almodovar, activista por los derechos de las trabajadoras sexuales en Las Vegas, afirma que el éxito de este grupo en aplicar el uso del condón al sexo oral consiste en “no hacerlo clínico, en hacerlo sexy y divertido. Funciona para las trabajadoras sexuales; podría funcionar para mujeres en [otras] relaciones.” Por su parte, Adina Nack, autora de Damaged Goods? Women Living With Incurable STDs (“¿Mercancía maltratada? Mujeres viviendo con ETS incurables”) afirma que en los 70 ni siquiera los hombres estaban dispuestos a usar condones para sexo vaginal o anal; sin embargo:
“Gracias a las campañas efectivas, especialmente en torno al VIH, hemos visto un mayor uso del condón en estos tipos de sexo. Si la gente fuera realmente educada en lo que arriesgan al tener sexo oral sin protección, tengo fe en el público de que suficientes de nosotros hallaremos valor en protegernos a nosotros mismos.”
Fuente: Agencias