¿Nunca te has preguntado el por qué lloramos al cortar una cebolla? Si piensas que es un sentimiento de pena que te invade por cortar esta pobre hortaliza, estás equivocado. Sigue leyendo para descubrir el verdadero porqué detrás de este singular fenómeno.
Composición química de las cebollas
Antes de responder a nuestra interrogante principal, es importante que conozcamos cuál es la composición química de las cabellos, ya que allí está el secreto para entender la reacción lacrimosa de todo aquel que las pica.
Las cebollas están compuestas por enzimas (alinasa), aminoácido sulfóxido y ácido sulfénico; este último, a su vez está compuesto por amoníaco y ácido pirúvico. Al cortar una cebolla, estas sustancias se mezclan y como resultado liberan un gas que contiene sulfuro.
Dicho sulfuro, al entrar en contacto con el agua forma ácido sulfúrico, una sustancia que resulta irritante.
Empieza el lagrimeo
El gas emanado de la cebolla recorre el aire y entra en contacto con los ojos. Entonces, en respuesta a esto, las glándulas lagrimales se activan, para contrarrestar la acidez.
Este tipo de lágrimas son conocidas como ‘lágrimas reflejas’, y se producen de manera que puedan hidratar nuestro ojo como respuesta a cualquier estímulo que pueda causarle algún tipo de daño.
¿Es dañino que este ácido entre en contacto con mis ojos?
Por supuesto que no. Existen algunos mitos que dicen que este ácido puede dejarte ciego, pero esto es completamente falso. Esta sustancia no es dañina para el ser humano, por el contrario, el lagrimeo resulta beneficioso para nosotros ya que permite que el ojo se limpie y elimine cualquier impureza que esté sobre su superficie.
Ahora ya sabes por qué lloramos al cortar una cebolla.
Fuente: Culturizando
Por: Maria Laura Espinoza
Twitter: @i_am_LauEz14