¿Alguna vez te has preguntado por qué las nubes de lluvia son grises si el agua que contienen es transparente? Esta es una duda interesante, pero antes de responderla es necesario saber primero cómo están conformadas las nubes, y cómo estas reaccionan frente a la luz. Allí está la clave para el misterio de su color.
Cómo están compuestas las nubes
Las nubes que vemos en el cielo están compuestas por diminutas partículas de agua, y a veces incluso de hielo. Pero se trata de partículas tan finas y poco densas que pueden mantenerse elevadas tan solo con la corriente del aire.
Estas partículas, esféricas y transparentes, rebotan la luz solar durante todo el tiempo que la reciben. Dicha luz es blanca y es de allí de donde proviene la particular blancura de algodón de azúcar que las nubes tienen.
Las nubes blancas son bastante delgadas y permiten que una gran porción de luz las atraviese. ¿Pero qué pasa con las nubes más densas?
El por qué de las nubes grises
A medida que aumenta el espesor de una nube, su parte inferior se empieza a ver más oscura. Lo que pasa en realidad es que el grosor de la nube de lluvia no permite que la luz la penetre, y ante la ausencia de luz, la cara que mira hacia el suelo parece tener un aspecto grisáceo.
No obstante, si pudiésemos tomar un aeroplano y viésemos las nubes de lluvia desde arriba, observaríamos que siguen siendo blancas como algodón.
Por otro lado, de acuerdo con un estudio desarrollado por la Scientific American, el fondo de las nubes es más gris que sus lados (que conservan algo del reflejo blanco de la luz solar). Ahora ya sabes por qué las nubes de lluvia son grises.
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