La mayoría de nosotras hemos fingido orgasmos durante el acto sexual con nuestra pareja. En principio, esto no tiene nada de malo si no se hace un drama de ello, pero el problema vendría si no le pones ciertos límites y acabas haciéndolo siempre.
Según un estudio reciente publicado en “The Journal of Sexual Archives” sobre investigación sexual, el 80% de las mujeres finge un orgasmo de vez en cuando. Por ello, Nosotras nos preguntamos si esto es un acto de caridad hacia tu pareja o bien podrías dañar sin darte cuenta tu vida sexual con este comportamiento. Vamos a señalar los puntos más importantes a tener en cuenta para tratar de evitar esta situación en el futuro y conseguir una vida sexual más plena. El mismo estudio publicado en “The Journal os Sexual Archives” analiza los cuatro puntos cruciales que explican esta realidad:
No queremos herir los sentimientos de la pareja y provocarle inseguridad en la cama, por tanto, fingimos para que el hombre gane autoestima y seguridad. Pero ¿y nosotras? El hecho es que si fingimos solo para hacer feliz al otro, resulta negativo para la relación sexual, pero si lo utilizamos como herramienta para nuestra propia satisfacción, puede resultar toda una experiencia como veremos en el siguiente punto.
Este segundo punto no resulta tan negativo ya que explica como la mujer quiere llegar al clímax pero no lo consigue, así que trata de realizar todo tiempo de gemidos, aullidos y gritos para calentar el ambiente y sin darse cuenta, ¡consigue un orgasmo verdadero! El hecho es que estos trucos de “teatro” te pueden servir para gozar más aún en la cama.
En tercer lugar, evitar cualquier tipo de infidelidad, es una buena estrategia cuando existe una cierta incompatibilidad con nuestra pareja y así evitar alcanzar el placer en otro sitio. Centrarte en tu relación y comunicar nuestras necesidades, son dos claves importantes.
En cuarto lugar, fingimos para acabar rápido cuando estamos muy cansadas, pero accedemos a tener sexo por dar placer a nuestro cónyuge. En este caso, evita de verdad hacer sexo cuando estés agotada y repón energías para la siguiente ocasión que se presente, pues no hay que olvidar que ¡el sexo está para disfrutarlo y no para fingirlo!
Nosotras