Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, Estados Unidos, descubrió que hay un sorprendente número de mujeres mayores de 18 años que optan por retrasar (o saltear por completo) su menstruación. Lo logran con diferentes «maniobras» a las que acceden con facilidad, ya que vienen indicadas en las instrucciones de uso de los distintos métodos anticonceptivos.
Para obtener estos resultados, se enviaron aproximadamente 11.900 correos electrónicos a estudiantes universitarias, de los cuales se obtuvieron 1.719 respuestas. El 80% de ellas (1.374 mujeres) afirmaron que habían «movido» su ciclo menstrual en los últimos seis meses.
Por qué lo hacen
La investigación -publicada en el portal de la salud reproductiva «Contraception»- señala que la mayoría de las mujeres que altera su período lo hace por conveniencia, para que no las moleste en sus días complicados o para evitar que «les venga» cuando están de vacaciones.
Poder elegir qué día del mes menstruar o cada cuánto tiempo es la principal razón que dieron la mitad de las mujeres encuestadas. Otros motivos incluyen preferencias personales (el 28,9%) y reducir los síntomas molestos (el 16.7%). Las mujeres asiáticas y las que realizan ejercicios físicos son las que menos eligen mover su período.
La investigación puso énfasis en averiguar en qué forma las usuarias utilizan sus métodos anticonceptivos. Si lo hacen para prevenir embarazos o si también las usan para sus propios beneficios, cómo cambiar la fecha de menstruación y que no interrumpa una salida o una fiesta.
¿Cómo logran «maniobrar» su ciclo?
Debido a la publicación de varios estudios que confirman que reducir la aparición del sangrado es saludable -y hasta puede ser beneficioso-, las mujeres comenzaron a utilizar hormonas anticonceptivas para alterar sus ciclos. Sin embargo, hasta la aparición de estos resultados científicos, no había pruebas que determinaran por qué las mujeres hacían esto y, sobre todo, de dónde obtenían la información.
Para la investigación se encuestaron estudiantes universitarias y mujeres recientemente graduadas. Entre los primeros resultados se llegó a la conclusión que el 17% de las mujeres consultadas lograban «engañar a su sistema reproductivo» al leer las indicaciones de los prospectos que vienen con los métodos anticonceptivos como las pastillas, los parches y los anillos vaginales. Del restante 83% más de la mitad indicó que supieron qué «maniobras» hacer al informarse con fuentes no médicas, o por un amigo o familiar.
Los investigadores sugieren que esta información debería ser utilizada por los equipos médicos para proveer mejoras en las explicaciones del uso de los métodos anticonceptivos basadas en los deseos y necesidades de las pacientes. /JM
Fuente: EM