Samsung, líder mundial en telefonía móvil, ha advertido a sus usuarios que la batería de su último modelo Galaxy Note 7 corre el riesgo de explotar. He aquí cinco preguntas con sus respuestas sobre el caso.
Las baterías de ión de litio usadas por Samsung, producidas por otras compañías, entre ellas su filial Samsung SDI, son del tipo recargable que utiliza diversos materiales, unos con iones positivos -el cátodo- y otro con iones negativos, el ánodo. Estos iones se desplazan en una dirección en el momento de la carga, y en sentido inverso cuando se descargan, al ser usadas.
Estas dos capas, o conductores, no deben supuestamente estar en contacto por lo que los productores insertan separadores para que permanezcan estancas. Desgraciadamente, la reacción química que permite que funcionen las baterías también crea calor. Una sobrecarga del artefacto -o una carga demasiado rápida- puede provocar fuego.
No se sabe exactamente, pero Samsung ha proporcionado algunas pistas. El grupo indica que algunas partes de la batería que nunca debieron entrar en contacto sí lo hicieron debido a un «muy inhabitual error en el proceso de producción». «Los fabricantes de ‘smartphones’ intentan colocar estas baterías en un muy pequeño y delgado dispositivo» explica Hideki Yasuda, analista en el Ace Research Institute de Tokio. «Dado que las baterías generan energía mediante una reacción química, es difícil reducir el riesgo (de ignición) a cero», añade.
Sí. Se han producido combustiones en productos tales como los ordenadores portátiles Sony Vaio, bicicletas eléctricas o incluso en componentes de los aparatos Boeing Dreamliner. No mucho. Cada año se producen millones de baterías de ión de litio, y la proporción de las que son defectuosas es mínima.
En el caso de Samsung, el responsable de la división de telefonía del grupo aseguró que el porcentaje de aparatos defectuosos ha sido de 24 por cada millón. Desde el principio de este mes, Samsung ha recibido información sobre 35 casos de incidentes con las baterías de estos ‘smartphones’.
En las últimos días se han dado a conocer casos de explosión, bastante mediatizados, como el de un teléfono que estalló en una habitación de hotel en Australia o de otro que provocó presuntamente el incendio en un coche en Estados Unidos. «No es fácil determinar de momento si otros (fabricantes) tienen el mismo problema que Samsung», afirma Yasuda. «Si los suministradores de baterías las venden a otros fabricantes, éstos podrían también verse afectados» añade.
Mazazo a Samsung
Debido a esta crisis, las acciones de Samsung, la más importante del país, cayeron un 10% entre el viernes y el lunes pasados, alcanzando su nivel más bajo en dos meses, aunque recuperaron este martes parte de lo perdido. El caso afecta además gravemente a la imagen de la marca, en un contexto de competencia feroz a la vez con el iPhone del estadounidense Apple y con los teléfonos chinos de bajo precio.
Los problemas para el gigante surcoreano no han terminado además ahí. Varias compañías aéreas han prohibido el uso del teléfono en sus aviones y la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC) de Estados Unidos ha pedido que se dejen de usar. En fin, la crisis del Note 7 coincide con un momento delicado dentro de la compañía por la enfermedad de su vicepresidente Lee Kun-Hee, retirado temporalmente tras sufrir un ataque al corazón en 2014.
Fuente: Hoy