Más de una vez nos sucede que al respirar hondo, sentimos un típico “olor a lluvia”. Pero ¿A qué nos referimos concretamente? La mayoría de la gente puede reconocerlo, pero tal vez pocos puedan describirlo. Lo cierto es que este fenómeno natural existe e incluso tiene un nombre muy particular.
Podría describirse como olor a tierra mojada, un aroma atractivo para quienes lo pueden percibir. Según los científicos esto tiene una explicación: este olor es producido por un tipo de bacterias, los actinomicetos. Se trata de actinobacterias, que crecen en la tierra cuando el suelo está caliente y húmedo, por lo que este olor es característicos en las estaciones de primavera o verano.
Porqué existe el olor a lluvia
Estas bacterias tan especiales son de tipo filamentosas, viven en el suelo, creciendo y reproduciéndose en la tierra. Pero solo lo hacen en determinadas condiciones, es decir cuando la tierra supera determinadas temperaturas al calentarse por el sol y cuando el medio es húmedo.
En ese instante las bacterias desprenden una serie de esporas diminutas, cuando las gotas de lluvia golpean el suelo, estas esporas se desprenden para expandirse en el aire. Estas bacterias se encuentran en casi todas partes del mundo, que presenten suelos y climas con estas características.
Petricor es el nombre que recibe este olor a lluvia al caer en el suelo, deriva de la unión de dos palabras griegas: petros, que significa “piedra” e Ikhor, que denomina al líquido que flota por las venas de los dioses.
Se define como “el distintivo aroma que acompaña a la primera lluvia tras un largo período de sequía”. Este término fue creado por dos geólogos y apareció por primera vez en la revista Nature, en su artículo lo describieron como el olor que deriva de un aceite exudado por ciertas plantas durante períodos de sequía.
Este aceite queda absorbido a la superficie de las rocas, principalmente a las arcillosas y que luego al entrar en contacto con la lluvia son liberados junto a otro compuesto: la geosmina, un producto metabólico de ciertas actinobacterias. La emisión de estos compuestos son los que producen el aroma distintivo, que además se puede sumar al del ozono producido por la actividad eléctrica.
Los por qué
Por Confirmado: Oriana Campos