Es un hecho: llevar menos ropa encima dejando a la vista partes del cuerpo que durante todo el año han estado escondidas hace que los estímulos visuales se disparen intensificándose el erotismo y la pasión. Por eso, es normal que en verano estemos todos más receptivos a las relaciones sexuales. Pero, ¿qué factor añadido nos predispone a querer más sexo en verano? Según los expertos, las horas de luz. Días más largos = más sexo.
Carme Sánchez, sexóloga asesora de Durex, afirma que «la luz es la encargada de estimular la hipófisis, la glándula encargada de regular el funcionamiento de nuestras hormonas. Cuanta más actividad tiene la hipófisis, más liberación de las hormonas del deseo sexual». ¿Quieres más? Según un estudio de la Universidad de Cornell (Nueva York), la testosterona, principal hormona del amor y el deseo sexual, se dispara también cuando el día más largo.
Siguiendo todo este razonamiento, es lógico pensar que las consultas sexológicas aumenten cuando llega la primavera. La Asociación Estatal de los Profesionales de la Sexología (AEPS) afirma que es en este momento cuando las parejas quieren experimentar más. Para Carme Sánchez: «es un buen momento para jugar, experimentar y disfrutar con tu pareja. Puedes crear nuevos roles, hábitos, introducir sorpresa en la relación». Y tú, ¿has notado en tu dormitorio la llegada de la primavera?
Fuente: CosmopolitanHispano