Dicen que la primavera es la estación del deseo pero ¿sabéis de dónde procede este dicho?
Con la primavera dejamos atrás los días fríos, cortos y oscuros y el cuerpo experimenta ciertos cambios hormonales que provocan que nuestra actividad sexual aumente en gran medida. ¿A qué se debe este cambio? Quizás el calor, la poca ropa que vestimos, el mayor tiempo libre… Puede ser que estos factores tengan alguna relevancia pero el factor de mayor peso que convierte a la primavera en la estación del deseo sexual es la luz.
En primavera, los días son más largos y hay más horas de luz. Esto provoca que nuestros cuerpos segreguen más vitamina D y más endorfinas de lo habitual. Y es que, tal y como explica Carme Sánchez, sexóloga asesora de Durex, “la luz es la encargada de estimular la hipófisis, la glándula encargada de regular el funcionamiento de nuestras hormonas. Cuando más actividad tiene la hipófisis, más liberación de las hormonas del deseo sexual”. Así pues, la conclusión es simple: días más largos, más sexo.
Otro factor que provoca que el deseo aumente en primavera es que la testosterona, la hormona del amor y del deseo sexual, también aumenta cuando el día es más largo. De hecho, así lo concluye un estudio realizado por la Universidad de Cornell, Nueva York.
Además, estas conclusiones vienen respaldadas por los datos que ofrece la Asociación Estatal de los Profesionales de la Sexología (AEPS) de España que, al parecer, recibe muchas más consultas sexológicas en primavera, cuando las parejas experimentan un mayor deseo sexual.
Fuente: Nosotras