Nuestro cabello contiene proteínas, las cuales están formadas por aminoácidos con átomos de azufre. En la cadena proteica los aminoácidos ofician de eslabones entre las proteínas, formando así estructuras tridimensionales que combinadas dan origen a la forma del cabello.
Los átomos de azufre de los aminoácidos permiten que éstos se entrelacen entre sí, formando así los llamados puentes disulfuro. De esta manera, cuando los aminoácidos forman uniones entre sí las cadenas proteicas se retuercen mucho más de lo habitual, y la humedad es la responsable de ello.
Cuando el cabello entra en contacto con la humedad el agua posibilita la formación de nuevos puentes que se añaden a los existentes: los puentes de hidrógeno, los cuales, junto a los puentes disulfuro, son los responsables de ese peinado que nunca suele quedarte bien.
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