Comerse 12 uvas el último día del año, al momento de las 12 campanadas, es una tradición para la buena suerte que se realiza en países de habla hispana como España, México, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia o Costa Rica, ¡aquí te contamos cómo inició esta costumbre!
Según está tradición, la persona que se coma las 12 uvas mientras que suenan las campanadas de fin de año tendrá un próspero año nuevo. Pedir un deseo con cada uva, también es una costumbre en algunos países. ¿Te has preguntado dónde se originó esta tradición? Sigue leyendo…
Un poco de historia a través de los periódicos
Algunos historiadores señalan que el origen de la tradición es francesa, pero fue hecha propia por los españoles. Las pruebas:
- El 2 de enero de 1894, en el periódico El Siglo Futuro se publica un artículo del día anterior de El Imparcial titulado Las uvas bienhechoras, aquí se comenta que si bien costumbre fue importada de Francia, en España adquirió “carácter de naturaleza”.
- En El Correo Militar, ese mismo día se podía leer: “La imperecedera costumbre de comer las uvas al oír sonar la primera campanada de las 12, tenía reunidas en fraternal coloquio a infinidad de familias, y todos a coro gritaron: ¡Un año más!”.
- Según una referencia textual en 1895 el presidente del Consejo de Ministros finalizó el año comiendo uvas y bebiendo champán.
Tradición de las familias pudientes, burla de las clases bajas
Las familias pudientes ya a finales del siglo XIX acostumbraban a tomar uvas y champán, en la cena de Nochevieja. Para hacer burla a ello un grupo de madrileños hicieron propia la costumbre burguesa, y en la Puerta del Sol se tomaron las uvas con las campanadas de fondo musical.
A partir de entonces, de manera irónica, el sentido de burla desapareció y se hizo costumbre popular en Madrid comer las 12 uvas con las campanadas marcando el inicio de un nuevo año; en enero de 1897 los periódicos madrileños comentaban: “Es costumbre madrileña comer 12 uvas al dar las 12 horas en el reloj que separa el año saliente del entrante”.
Con el pasar de los años, gracias al entusiasmo que generaba la tradición, está se fue extendiendo a toda España, ya en 1903 las 12 uvas se comían en Tenerife.
Las 12 uvas de Alicante
Otro suceso al que hacen referencia los historiadores, y que marcó la popularidad de esta costumbre, es la gran cosecha de los agricultores de Alicante.
En 1909, los agricultores de Alicante, en el sureste de España, obtuvieron una excelente cosecha de uvas. Para vender esta gran cantidad, decidieron bajar el costo y, además, las publicitaron como las uvas de la buena suerte, especiales para la ocasión de fin de año.
Estos productores consolidaron la tradición de las 12 uvas. Poco a poco, por el contacto y la influencia de España en los países de habla hispana, se amplio la costumbre hacia países como México, Venezuela, Ecuador, Perú, Colombia, etc.
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