Hace cosa de un año, Harry Ashby, un guardia de seguridad inglés de 29 años, ocupó las portadas de muchos de los diarios de Reino Unido por sufrir una serie de síntomas insólitos en un hombre: náuseas, antojos y aumento de pecho y de abdomen.
Curiosamente, eran además coincidentes con los de su novia, que estaba embarazada.
Ashby fue al doctor y obtuvo una baja médica con un diagnóstico extraño que de inmediato captó la atención de los medios: síndrome de Couvade.
Lo describieron como un embarazo fantasma, una especie de embarazo psicológico o embarazo de empatía.
Aunque el caso de Harry Ashby puede parecer insólito, no es el único ni el primero.
Antecedentes antropológicos
El nombre del síndrome deriva de la palabra francesa «couver», que significa incubar, y con él se designa a un conjunto de síntomas involuntarios asociados a la gestación que no tienen ninguna causa física aparente y que experimentan agunos hombres que van a ser padres.
Fue un antropólogo francés el que lo usó por primera vez en 1865 para describir los hábitos ante la espera de un bebé observados en las comunidades primitivas, como en la antigua Grecia.
En esos «rituales» el hombre imitaba los dolores del parto de la mujer, dejaba de atender sus responsabilidades diarias y de hacer trabajos físicos, y cuando nacía el bebé, lo ponía sobre su pecho para emular el amamantamiento.
Fuente: BBC