Los Teques. Diez de la mañana de un sábado y las puertas de la iglesia Nuestra Señora del Carmen permanecen cerradas. Confusos, invitados a un bautizo comienzan a pensar que se equivocaron de lugar hasta que consultan con una vendedora de artículos religiosos apostada justo frente al templo quien les explica que por seguridad están haciendo las ceremonias a puerta cerrada.
«Un borrachito ha irrumpido en otras ocasiones, así que cierran para que no existan interrupciones», prosigue la vendedora con más de 20 años en el oficio, quien ha visto como la actuación del hampa ha llevado a trabajar la iglesia por horario cual ente público.
La situación se hace extensiva a la Catedral San Felipe Neri que pasó de tener las puertas abiertas desde muy temprano hasta llegada la noche, a solo ofrecer misas a las 7:00 a.m. y las 5:00 p.m. de lunes a viernes, mientras que los domingos hacen eucaristía a las 7:00, 8:00 y 10:00 de la mañana, 12:00 del mediodía y las 5:00 p.m., último oficio contemplado para que los fieles «se vayan con la luz del sol a su casa».
«El hampa nos ha reducido», reconoce un monaguillo de la Catedral de Los Teques quien pide no revelar su nombre por no estar autorizado por el padre a declarar. Asegura que lastimosamente deben abrir con un horario limitado para evitar que tanto curas, como feligreses sean asaltados.
Así como el sector comercial ha reducido su horario y el transporte público trabaja hasta más temprano cada día, «el hampa ha trastocado el sector religioso durante los últimos cinco años. Basta con recordar que en el 2015 rompieron un vitral e ingresaron a la catedral de Los Teques para cargar con la limosna y objetos religiosos; mientras que en el 2014 secuestraron al padre Armando Requena cuando salía de la casa parroquial de San Pedro de los Altos». La situación lleva a que las personas deban ajustarse a los horarios que establecen por parroquia para bautizos, primera comunión, confirmación y bodas, «cuando uno hace muchos años atrás era quien proponía la hora según la conveniencia», declaró Reinaldo Meléndez, quien estaba averiguando los requisitos para bautizar a su bisnieto.
«Me sorprende que ahora trabajan de manera limitada como si fuera una alcaldía, yo vine en la mañana y me dijeron que estaban atendiendo en la casa parroquial de 2:30 a 4:30 p.m y además cobran. En mi época no se daba absolutamente nada más que las gracias. Además están cerrados se supone que los templos deben estar abiertos a toda hora del día porque son el lugar de refugio donde uno se encuentra consigo mismo bajo la mirada de Dios», acotó.
EU
