Por fin hay buenas noticias sobre el Alzheimer: la frecuencia de esta enfermedad cerebral incurable, que afecta sobre todo a las personas mayores, podría ser menor de lo previsto, y su riesgo se reduciría si se retrasa la jubilación, revelan estudios.
Mejor aún, los mayores de 90 años estarían incluso más alerta mentalmente que los nonagenarios de hace 10 años, indica un estudio realizado hace poco por investigadores en Dinamarca.
Aunque aún no existe un tratamiento eficaz para tratar o retrasar el Alzheimer – una enfermedad neurodegenerativa que provoca pérdida de memoria, una disminución de las funciones cerebrales y hasta una modificación de la personalidad -, investigaciones arrojan, al fin, algunas luces de esperanza.
Según un estudio británico publicado el martes en la revista científica The Lancet, el porcentaje de personas de 65 años o mayores que padecen Alzheimer habría bajado en Gran Bretaña casi un 25% en un lapso de 20 años, pasando de 8,3% a 6,5%.
Los investigadores, dirigidos por la doctora Carol Brayne del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Cambridge, compararon dos grupos de unas 7.000 personas en las mismas regiones de Inglaterra y Gales. El primer estudio fue realizado a comienzos de los años 1990 y el segundo entre 2008 y 2011.
En base a las estadísticas obtenidas en los dos estudios, los expertos concluyeron que el número de enfermos de Alzheimer en Gran Bretaña se elevó a 884.000 en el 2008, mientras que la cifra de afectados por el Alzheimer bajó a 670.000 en el 2011.
Las cifras provocaron optimismo al sugerir que 114.000 personas menos estarían afectadas por esa terrible enfermedad en el Reino Unido.
La noticia es tanto más importante cuanto que va en contra de una serie de proyecciones actuales: la mayoría de gobiernos europeos se dispone a elaborar programas específicos contra el Alzheimer que se basan en proyecciones que sugieren una fuerte alza del número de enfermos.
Según estimaciones proporcionadas en marzo por los protagonistas de un proyecto europeo de cooperación sobre la enfermedad del Alzheimer, más de 10 millones de personas mayores de 65 años podrían sufrir Alzheimer en 2040 en Europa, contra 6,3 millones en 2011.
Otra buena noticia vendría de estudios que apuntan a que aplazar la fecha de jubilación contribuiría a retrasar el Alzheimer.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por el Instituto francés de la Salud y la Investigación Médica (Inserm), cuyos resultados preliminares fueron presentados esta semana en Boston, en el nordeste de Estados Unidos, durante la Conferencia de la Asociación Internacional del Alzheimer.
Este estudio, que se realizó con 429.000 personas, concluyó que cada año adicional de trabajo después de cumplir los 60 años reduciría casi un 3% el riesgo de padecer esa enfermedad cerebral irreversible y progresiva, que destruye paulatinamente la memoria y las habilidades cognitivas.
«Nuestros datos demuestran que una edad tardía de jubilación está asociada a una disminución altamente significativa del riesgo de demencia», subrayó Carole Dufouil, quien dirigió el estudio del Inserm.
Anteriores investigaciones epidemiológicas demostraron que personas que tienen un nivel alto de estudios o actividades estimulantes en el plano cognitivo tienen menos riesgo de desarrollar la enfermedad del Alzheimer.
«La hipótesis evocada con más frecuencia es que los estímulos (intelectuales) contribuirían a preservar la reserva cognitiva, retrasando así las consecuencias clínicas de anomalías cerebrales», explicó la investigadora francesa.
Más allá de la estimulación cognitiva, la actividad profesional permite mantener una red social, factor también asociado por ciertos estudios a «un menor riesgo de demencia», señaló la investigadora.
Fuente: I21