Encargados de negocios del ramo afirman que en ocasiones les toca contratar camiones cisterna para garantizar el servicio
La interrupción constante del servicio de agua ha hecho que algunas tintorerías y lavanderías de Caracas retrasen la entrega de las prendas de los clientes, informaron encargados y propietarios de establecimientos del ramo.
Explicaron que aunque cuentan con tanques para almacenar miles de litros de agua, cuando el corte del servicio se extiende por mucho tiempo se agota el recurso y deben parar sus actividades. Las prendas que ya han recibido se quedan para ser lavadas después.
“Los martes no tengo agua, ese día lo que hacemos es recibir la ropa y al día siguiente, cuando el agua llega, se lavan. Hemos perdido trabajo porque hay clientes que quieren llevarse su ropa el mismo día y no tenemos como cumplirles”, afirmó Pedro Alvariño, que atiende una lavandería en Colinas de Bello Monte.
El encargado de una lavandería en Chacao, que prefirió no ser identificado, señaló que la estrategia que emplean en su negocio, para atenuar la restricción de agua, es priorizar el lavado de las piezas que consumen menos agua. “Preferimos lavar ropa, por ejemplo. Y los edredones, que demandan más agua, los lavamos después”.
La medida que adoptan en otras lavanderías y tintorerías es contratar camiones cisterna para no detener el trabajo. Celia Faría, encargada de otro negocio en Chacao, contó que semanalmente gasta en promedio 8.000 bolívares en 10.000 litros de agua. “Cuando se acaba el agua del tanque y no ha llegado la de la calle nos toca comprar. Pero a veces hasta conseguir una cisterna cuesta porque hay mucha gente pidiéndola”, indicó.
Insumos caros. Encargados de lavanderías y tintorerías coincidieron en que además de las interrupciones en el suministro de agua, deben afrontar las fallas de abastecimiento de productos como suavizantes, detergentes, desengrasantes y los químicos especiales que utilizan para lavar al seco. Incluso escasean los ganchos para colgar la ropa y el plástico en el que la envuelven.
Los comerciantes agregaron que también han tenido que asumir aumentos hasta de 5.000% en el precio de algunos insumos, lo que ha hecho que suba con más frecuencia el servicio que prestan.
“Los precios de los químicos se han elevado mucho. El tambor de 330 litros de percloroetileno, para lavar al seco, en un año pasó de 11.000 bolívares a 600.000 bolívares. Eso hace que debamos incrementar nuestros precios y hay clientes que no pueden seguir contratando el servicio”, dijo Víctor Oliveira, encargado de una tintorería en Colinas de Bello Monte.
Agua sucia
El funcionamiento de las lavanderías y tintorerías no solo se ha visto alterado por el racionamiento de servicios. Propietarios de negocios en Colinas de Bello Monte afirmaron que el agua está llegando tan sucia que deben dejarla reposar por un tiempo antes de usarla.
“Desde que comenzó el año el agua está llegando tan llena de barro que optamos por llenar el tanque, cuando se asienta sacamos la de arriba y lavamos el tanque. No se puede lavar la ropa si no es así. Eso afecta nuestra operatividad”, señaló Víctor Oliveira, encargado de un comercio en la zona.
Fuente:el-nacional.com