INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:
1 pollo entero troceado
Una cabeza de dientes de ajo
1 cucharada de harina
1/2 vaso de vino blanco
750ml de caldo de pollo
Sal y pimienta
Aceite
Preparación:
- En una olla o en una cazuela alta, ponemos un chorrete de aceite. Lo calentamos a fuego medio y vamos a añadir aquí unos 4 dientes de ajo enteros y sin pelar. El resto de la cabeza de ajos, la reservamos para después. Dejamos que se cocinen a fuego medio durante un par de minutos.
- Pasados esos dos minutos, añadimos el pollo troceado y previamente salpimentado. Subimos la potencia del fuego mientras removemos todos los ingredientes. La idea es sellar el pollo, dejándolo crudo en su interior. Dejamos que se cocine a fuego muy fuerte durante 1 o 2 minutos. Cuando se haya dorado, le damos la vuelta a cada pieza del pollo y dejamos que se selle la otra cara de nuevo durante unos dos minutos más. Cuando el pollo esté bien sellado -pero crudo en el interior- lo retiramos y lo reservamos en un plato.
- Volvemos a bajar la potencia del fuego, y añadimos el resto del ajo que teníamos reservado en el aceite. De este ajo, ponemos la mitad pelada y cortada en láminas y el resto, picado muy fino. El ajo laminado nos lo encontraremos en la elaboración y el picado, se deshará y se integrará con la salsa, dándole más sabor a ésta. Esto es importante, porque así obtendremos el pollo al ajillo frito perfecto.
- Pasados unos 30 segundos, justo cuando el ajo que acabamos de añadir comience a dorarse, añadimos una cucharada de harina. Mezclamos bien para que esta harina se integre bien con el aceite y no queden grumos. Dejamos que se tueste alrededor de 1 minuto. La harina hará que la salsa coja un poco de espesor y den más ganas de untar pan.
- Cuando la harina se haya tostado, vertemos el vino blanco y dejamos que se cocine alrededor de 1 minuto, tiempo suficiente para que se evapore el alcohol. Luego, devolvemos el pollo a la olla y lo cubrimos con el caldo. Llevamos a ebullición y si el caldo no tenía sal, añadimos su pizca. Dejamos cocer durante unos 20 minutos más, hasta que el pollo al ajillo quede tierno, haya intercambio de sabores y la salsa reduzca ligeramente. Después, servimos.
De esta forma tan sencilla hemos preparado un delicioso pollo al ajillo receta dela abuela. Al más puro estilo tradicional. Una receta ideal para cualquier ocasión. ¡Sorprenderás a todos tus invitados!
Cocina casera y fácil