Ocho personas resultaron heridas y siete detenidas la noche del lunes durante los enfrentamientos entre un grupo de manifestantes y agentes de policías registrados delante del Palacio Guanabara, la sede del gobierno regional de Río de Janeiro, poco después de la ceremonia oficial de bienvenida al papa Francisco que se celebró en el recinto.
Algunos de los manifestantes tiraron latas y botellas contra los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma, según el diario brasileño Folha de Sao Paulo. Un policía sufrió quemaduras en el tórax tras recibir el impacto de un cóctel molotov y fue trasladado «con urgencia» a un hospital; un fotógrafo de la Agencia AFP y otro de Globo recibieron impactos de objetos en la cabeza; y un manifestante resultó herido por causa de un tiro con una bala de goma en la pierna, informó la propia Policía Militar.
Los agentes detuvieron a tres personas por llevar cócteles molotov, una por tirar piedras a los uniformados y una quinta por desacato. Dos miembros del colectivo de mídia ciudadana Ninja, que transmitían en vivo por internet la protesta, fueron arrestados por «incitar a la violencia». Por su parte, varios testigos han afirmado que algunos agentes se han infiltrado en la protesta para reventar la manifestación.
La protesta congregó a unas 1.500 personas, según la Policía. Cerca de 20 integrantes del grupo Bloque Negro, de tendencia anarquista, incendiaron un muñeco que representaba al gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, que asistió a la ceremonia junto a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y otras autoridades. Los demás manifestantes también gritaron consignas contra Cabral e hicieron hogueras en la calle.
En el marco de las protestas por mejores servicios públicos de salud y educación que movilizaron a más de un millón de personas en Brasil el pasado mes de junio, el gobernador es ahora el blanco principal de los manifestantes. Aunque en las últimas semanas el movimiento ha perdido fuerza, manifestantes siguen acampados delante de la casa de Cabral, y el miércoles pasado se registraron actos vandálicos contra tiendas y sucursales bancarias en Río de Janeiro después de una manifestación contra Cabral.
La policía dispersó con balas de goma y gas lacrimógeno a los manifestantes tras el enfrentamiento, ocurrido en una de las calles bloqueadas por los efectivos para impedir la llegada al Palacio, que es la sede del gobierno regional, según testificó un periodista de Efe. Según la red Globo de televisión, uno de sus vehículos fue destruido por manifestantes violentos, que en otras protestas también han atacados coches de grandes medios de comunicación.
Asimismo, un grupo de mujeres ha participado en la manifestación para solicitar un estado «laico» y la mejora de sus derechos civiles. «Estamos a favor del estado laico. Somos libres y, por ello, hacemos esta intervención», han sostenido.
Previamente, un grupo de cerca de dos mil personas se reunió en frente del estadio de fútbol de las Laranjeiras para defender los derechos de los homosexuales, según constató otro periodista de Efe. El evento, coordinado por las redes sociales, comenzó en la plaza Largo do Machado, con representantes del movimiento LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travestis y transexuales), que realizaron una protesta en las escalinatas de la iglesia Nuestra Señora de la Gloria. Allí organizaron «un besazo gay», entre homosexuales, y algunas mujeres se quitaron la parte superior de la ropa como forma de protesta, lo que molestó a peregrinos que estaban en el lugar, aunque no hubo enfrentamientos. El grupo avanzó hacia el Palacio de Guanabara, pero fue detenido por un bloqueo de la policía.
Fuente: http://internacional.elpais.com/