La policía belga lleva a cabo este viernes y sábado una huelga de celo en los aeropuertos de Bruselas (Zaventem) y de Charleroi, los más próximos a la capital y con mayor tráfico del país, que está provocando filas en los controles de seguridad, donde los agentes están extremando las verificaciones como medio para protestar.
El efecto de la acción sindical, que comenzó a primera hora de la mañana, se está notando más en el aeropuerto de Charleroi (unos 70 kilómetros al sur de Bruselas) donde se han formado largas filas y acumulado más gente de lo habitual en la entrada.
Los representantes sindicales están distribuyendo asimismo panfletos a la entrada del aeródromo para explicar sus reivindicaciones, que se centran en demandar al Gobierno que aplique una subida salarial ya pactada y en el rechazo a la propuesta del Ejecutivo de retrasar cinco años, hasta los 63, la edad para poder optar a la jubilación anticipada.
Una acción similar se está llevando a cabo en el aeropuerto de Bruselas Internacional (Zaventem), el mayor del país, aunque con menor impacto para los numerosos pasajeros que deben tomar un vuelo en la víspera de Navidad.
EFE