La revancha se consumó, Caribes de Anzoátegui pasó del dolor y la reflexión en enero del 2020, a festejar un nuevo título de campeón un año más tarde, el cuarto en su historia tras barrer en cuatro juegos a su verdugo de un calendario atrás, Cardenales de Lara. Este martes, conquistó la diadema en un emocionante cuarto choque que culminó 8-7 en extrainning en el estadio José Pérez Colmenares de Maracay.
Con un oportuno Niuman Romero, quien remolcó las tres últimas carreras de la “Tribu” en el choque, incluyendo la que hizo la diferencia en la entrada diez tras soltar doblete al jardín derecho que impulsó desde primera a Cristhian Pedroza, los orientales festejan un nuevo trofeo en sus vitrinas, todos obtenidos desde la zafra 2010-2011 cuando disputaron su temporada 20 en el circuito.
En un cotejo muy distinto a los anteriores, porque los crepusculares consiguieron irse adelante en el primer episodio con tres anotaciones, tras un cuadrangular con dos corredores en base de Carlos Rivero, frente al abridor aborigen Wilfredo Ledezma.
Pero la respuesta fue rápida, como en toda la serie en la que los indígenas siempre defendieron lo que ellos consideraban, era suyo. Oswaldo Arcia lanzó una flecha peligrosa hacia el jardín izquierdo en el cierre del primer episodio, con biangular que produjo dos anotaciones.
Y ya en el tercero, Caribes estaba arriba. Alí Castillo trajo la del empate con sencillo y Arcia, lo imitó para poner la pizarra 4-3. Allí empezaron los dimes y diretes hasta la conclusión de la jornada.
René Reyes empató con doble en el quinto capítulo, y Luis Sardiñas volvió a darle ventaja a los portocruzanos en el sexto con incogible. Los alados voltearon las acciones en el séptimo, tras un boleto con las almohadillas congestionadas a Yonathan Mendoza, y un rodado para doble play de Ildemaro Vargas, quien consiguió remolcar la diferencia.
En eso empezó a aparecer la figura del “capitán” anzoatiguense, el cual escogió el mejor momento para responder a ese mote que le han dado compañeros, cuerpo técnico y afición en general. Romero disparó un hit con las bases llenas, que produjo par de anotaciones para devolver el control del compromiso a los suyos.
Y cuando el manager Mike Álvarez encomendó poner final a la historia y destapar la champaña a su hombre de confianza, el cerrador Lester Oliveros, el mismo no pudo terminar la tarea. Permitió doble a Ildemaro Vargas y este se colocó en tercera tras toque sacrificio de Jecksson Flores.
Situación que aprovechó un excaribes, Gorkys Hernández, para enviar una “bala fría” que se internó en la pradera izquierda, que equipara nuevamente la pizarra. Y luego del fallo posterior de la “tribu”, la pugna se alargaba.
Cardenales no consiguió producir en la altura del décimo tramo, y era ahora o nunca para la novena dirigida por Mike Álvarez. Sus dos primeros toleteros fueron puestos outs, pero Jesús Sucre tenía otros planes y pegó petardo al jardín derecho, que en un intento por retirarlo fue devuelto a la inicial, sin mayor éxito.
El dirigentecubano-americano movió las piezas, sacó al receptor y puso a Pedroza en la primera base, para que nuevamente Romero apareciera en el momento del clutch. Y el infielder de 36 años sabía que la debía colocar lejos para engomar al corredor, hecho consumado después.
La pelota fue llegando hasta la pared del parque aragüeño, desatando la locura en el dugout oriental que luego saltó al terreno de juego para la posterior premiación a una campaña de empeño.
24 victorias en ronda regular, una difícil semifinal que se extendió a siete juegos (con cuatro lauros para el pasaje a la instancia decisiva) y una barrida fue el performance del mejor equipo del campeonato. Dicha situación, de ganar sin perder en la final, se dio por séptima vez y por primera en 28 años (zafra 1992-1993, Águilas del Zulia a Navegantes del Magallanes).
Ahora Caribes, que esfumó la posibilidad de Cardenales de unirse a Industriales de Valencia, Leones del Caracas y Tigres de Aragua de ser tricampeones de la LVBP, le corresponderá defender a la pelota criolla en la Serie del Caribe que se celebrará desde este domingo en Mazatlán, México.
Lo demás fue historia, Jake Sánchez ganó el juego más importante de la campaña para los aborígenes, cayó derrotado el varguense Vicente Campos. Ya queda esperar al último trimestre del 2021 para que en Venezuela pueda escucharse la voz de play-ball.
Fuente: Meridiano
Por: Maria Laura Espinoza
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