La pobreza crónica, la desigualdad, la degradación medioambiental y también la incertidumbre política amenazan los avances logrados en Haití tras el devastador terremoto de 2010, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
La representante del PMA en Haití Wendy Bigham, hizo hoy un balance de la situación a falta de solo unos días para que se cumpla el quinto aniversario del terremoto que el 12 de enero de 2010 mató a más de 200.000 personas.
La agencia humanitaria que lucha contra el hambre explicó en un comunicado que Haití por su posición geográfica es altamente vulnerable a los desastres naturales como huracanes, inundaciones, derrumbes y sequías.
«Incluso un evento de impacto moderado puede traer hambre a una persona simplemente porque vive en la pobreza. Hoy, tres millones de haitianos no saben en dónde obtendrán su siguiente comida», indicó el PMA.
Durante 2015 el PMA ejecutará proyectos en Haití para el beneficio de hasta 1,2 millones de personas altamente vulnerables, incluyendo el apoyo al Gobierno para proporcionar comidas calientes a casi medio millón de niños en edad escolar.
«Algunos de los productos para el proyecto se compran a nivel local como una forma de apoyar a los agricultores del país», dijeron desde la agencia.
El PMA sostuvo que en el quinto aniversario del terremoto, «el trabajo aún no ha terminado».
Asimismo, apuntó que la agencia necesita 28 millones de dólares en el 2015 para proporcionar asistencia alimentaria esencial a los haitianos cuya seguridad alimentaria y nutricional sigue siendo precaria.
En 2014, los principales donantes del PMA para Haití fueron Canadá, Francia, Alemania, Suiza y Estados Unidos.
Desde el 2010, el PMA ha ayudado a crear oportunidades de empleo para más de 200.000 haitianos.
En Marigot, una comunidad enclavada entre el mar Caribe y las montañas, en el departamento del sudeste, que se vio afectada por inundaciones y deslizamientos, se ha empleado a los agricultores locales para construir terrazas de piedra en las laderas.
Estas terrazas evitan que la lluvia erosione la tierra cultivable, ayudan a prevenir los deslizamientos y proporcionan espacio para que los agricultores puedan cultivar.
«Este proyecto me dio un trabajo y me ayudó a poner comida en la mesa», expresó Otianes Jouissance, un agricultor de 60 años que ayudó a construir las terrazas.
Además, con el financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y en asociación con CARE y Acción contra el Hambre, el PMA proporciona una harina mezclada con vitaminas y minerales, así como trigo bulgur, aceite de cocina y guisantes.
«La idea detrás del proyecto es que si se desde hoy se fortalece la nutrición de los haitianos vulnerables, mañana tendrán la fortaleza y la salud para resistir los embates del próximo desastre», explicó el PMA.
Pocas horas después de que se produjera el terremoto del 12 de enero de 2010, el PMA comenzó a distribuir alimentos de emergencia entre los sobrevivientes y en cuatro meses había proporcionado alimentos a más de cuatro millones de haitianos vulnerables, lo cual ayudó a evitar una crisis alimentaria.
Fuente: EFE