De nuevo la sangre de un oficial de la Policía del estado quedó en el pavimento de una barriada barcelonesa como muestra de la acción de la delincuencia.
En esta oportunidad le tocó a un oficial jefe identificado como Jarvin José Párica, de 36 años de edad, quien ejercía el cargo de jefe de seguridad de la Gobernación de Anzoátegui.
Cerca de las 7:30 de la noche de ayer jueves, Párica vistiendo su uniforme se desplazaba en su moto hacia la urbanización José Antonio Anzoátegui, pero en la entrada de El Moriche, fue abordado por unos sujetos que intentaron despojarlo de su arma de reglamento.
El oficial recibió dos balazos, pero no se amilanó y mortalmente herido hizo frente a los delincuentes, hirió a uno de ellos y logró que estos huyeran.
Pero la vida se le fue y la mano le quedó empuñando su arma de reglamento.
Una comisión del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) trasladaron el cadáver del funcionario al recinto forense del hospital Luis Razetti en Barcelona.
Los detectives le apreciaron un disparo en la espalda y otro en el rostro.
En el sitio los detectives recuperon la pistola del oficial, una Beretta calibre 9 milímetros.
Despliegue
Una vez conocido el asesinato de Párica, funcionarios de la policía del estado y otros cuerpo de seguridad iniciaron la búsqueda de los criminales en diferentes barridas del sector Mesones.
Se conoció que los policías buscan a los miembros de una banda del barrio La Carpa, en Mesones entre ellos “jesús el gordo”, “el mono”, “el chochis” y “pepire”, quienes al parecer serían los responsables del asesinato del uniformado.
Los oficiales también interrogan a un individuo que se identifico como Jackson Gabriel Level Urrieta, de 25 años, quien traslado a la emergencia del hospital Luis Razetti a Miguel Ángel Fajardo, con una herida de bala. Al parecer es uno de los que sujetos que atacaron al oficial de Polianzoátegui.
La sargento mayor de Polianzoátegui, Gladys Carreño, esposa de Párica, dijo que su marido tenia 10 años de servicio en la institución policial.
Dejó una niña de ocho años y era el segundo de cinco hermanos. Manifestó que se entero de los sucedido porque a su residencia llegaron sus compañeros para notificarle del hecho.
18 uniformados
de la Policía del estado Anzoátegui han sido asesinados en lo que va del 2015. La mayoría de ellos han sido despojados de su arma de reglamento. El antepenúltimo fue Bryan Pérez, a quien mataron en en el patio de su casa en El Viñedo Barcelona.
Fuente: El Tiempo