El papa Francisco aceptó hoy la invitación a visitar Chile que le trasladó el presidente Sebastián Piñera durante el saludo a los jefes de Estado posterior a la misa de inicio de su pontificado celebrada en el Vaticano, según aseguró el mandatario.
«Tuve la oportunidad de invitar al Papa a visitar Chile, y él con una sonrisa muy cariñosa ratificó que nos iba a visitar», señaló Piñera en declaraciones a los periodistas chilenos que lo acompañan en este viaje a Roma.
«Espero que cuando el Papa visite Argentina, su país de origen, visite también Chile. Eso se lo comenté a la presidenta (argentina), y fue lo que le pedí personalmente al Papa, y él, con una sonrisa llena de alegría, me dijo que nos iba a visitar», subrayó Piñera.
En ese saludo, el Papa preguntó a Piñera y a su esposa, Cecilia Morel, ambos católicos practicantes, por los rosarios que portaban para que Francisco los bendijera y que pertenecen a los nietos del matrimonio.
El actual Papa vivió en un seminario en Chile entre 1958 y 1960, cuando se estaba formando como jesuita.
Sobre la ceremonia de entronización de Francisco, a la que asistieron delegaciones de numerosos países latinoamericanos, el mandatario chileno resaltó que fue a su juicio «una ceremonia muy emocionante y con mucho significado».
«La Iglesia lleva viviendo tiempos difíciles y tiene que acercarse a la gente y también recuperar la confianza y la credibilidad de la gente, y pienso que el papa Francisco está absolutamente comprometido con esa causa», opinó.
A su juicio, el nuevo pontífice «tiene todas las cualidades necesarias para una Iglesia cercana a los débiles y a los pobres». «Es muy providencial que tengamos un Papa que refleja tan bien la necesidad de la Iglesia», apuntó Piñera.
Según resaltó, en el mensaje de su homilía, Francisco animó a buscar los acuerdos y a dejar de lado el odio, un mensaje que para Piñera es «muy oportuno» también para Chile de cara a este año electoral, con comicios legislativos y presidenciales en noviembre.
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