Piñas y bochorno en el clásico platense

Piñas y bochorno en el clásico platense

 

El árbitro suspendió el encuentro.

 

Estudiantes y Gimnasia protagonizaron una batalla campal sobre el final. El «Pincha» iba ganando por la mínima.

 

 

Una imagen que no se ve ni en inferiores se vio en el clásico entre Estudiantes y Gimnasia y Esgrima La Plata. Cuando restaban seis minutos para que culmine el encuentro, que iba a terminar en triunfo por la mínima diferencia del Pincha, la violencia fue más que el deporte. Debido a la violenta trifulca, que en Argentina es tapa de todos los diarios, el árbitro Silvio Trucco lo suspendió.

 

 

Desde la previa el clásico platense fue levantando temperatura. Incluso, en el entretiempo, en un sector de la tribuna la barra de Gimnasia mostró banderas robadas a la hinchada de Estudiantes. Esa provocación duró unos diez minutos y, para poder iniciar el segundo acto, los jugadores del Lobo debieron pedirle a sus fanáticos que bajen los trapos.

 

 

En el complemento el vaso rebalsó. Las pulsaciones se elevaron y a los diez minutos el lateral Alvaro Pereira, de Estudiantes, impactó con una patada voladora al defensor Facundo Oreja. Si bien Pereira vio la cartulina roja, el defensor de Gimnasia se llevó la peor parte pues, por el golpe, quedó inconsciente durante unos minutos y se retiró del estadio en ambulancia junto a sus familiares.

 

 

Previo a la batalla campal el arquero del Lobo, Enrique Bologna, fue mal expulsado por una mano fuera del área. Claro, las protestas existieron porque el esférico había dado en el pecho del jugador, pero Trucco vio una mano y así lo mandó al vestuario. Pero todos los flashes, lamentablemente, se los llevó la violencia. En tiempo adicionado el juvenil volante Santiago Ascacíbar le cometió una durísima infracción por detrás a Antonio Medina. Tras esa falta el campo de juego se transformó en un ring de lucha libre.

 

 

Tanto jugadores titulares, suplentes y cuerpo técnico coparon el verde césped. El volante Israel Damonte, a quien le dieron un traicionero golpe de puño, declaró: «Me pegaron una trompada de boliche. De la nada sentí una piña en el ojo. De mi parte pido disculpas a la gente y mi familia».

 

 

Por su parte el arquero Mariano Andujar, quien fue un torbellino de trompadas, le hizo frente a la situación pero cuando lo tiraron al suelo siguieron golpeándolo. Fue el rival Nicolás Mazzola quien, cuando el ex hombre de Catania y Nápoli estaba en el suelo, le dio patadas en el cuerpo.

 

 

El gol de Carlos Auzqui le dio el triunfo a Estudiantes y, una acción que también generó provocación, fue que el plantel ganador se dirigió frente a su parcialidad para festejar pese a que la copa no fue entregada.

 

 

Será una semana bastante movida tanto en La Plata, las oficinas de AFA y el Tribunal de disciplina pues se verán las penalidades. Las sanciones habrá que ver si se cumplen en el torneo oficial, que comenzará esta semana, o el próximo certamen de verano. La violencia dentro de la cancha volvió a dar que hablar en todo el mundo y el denominador común, lamentablemente, sigue siendo el fútbol argentino.

 

 

Fuente:marca.com

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