Durante la jornada de oración por la paz en Siria, celebrada en la Iglesia Santa Teresa en Caracas, Monseñor Pietro Parolin, Nuncio Apostólico en Venezuela, aseguró que su designación como secretario de Estado de la Santa Sede le tomó como sorpresa y agradeció todo el apoyo recibido.
«fue una gran sorpresa para mi cuando el papa Francisco me pidió que le ayudara en el Vaticano, aunque siento una gran preocupación frente a la responsabilidad de este cargo. Yo pido muchas oraciones y he venido aquí a pedirle al Nazareno que cargue con mi cruz», comentó.
Agregó que recordará con «un gran guayabo» Venezuela, en especial el cariño recibido y el amor hacia el Papa. «Aqui viví momentos entrañables, sobretodo el contacto con las personas, la fe de la gente, su cariño, el amor hacia el Papa. No se puede olvidar tantas cosas, son momentos que se quedan aquí (en el corazón) para toda la vida».
Destacó el trabajo que adelanta la Iglesia católica en Venezuela para alcanzar el diálogo nacional. Agrega que es necesario que todos los sectores se sumen a esta tarea y «busquen juntos soluciones a los problemas».
En este mismo orden de ideas, se refirió a la crisis que se vive en el Medio Oriente, en especificamente en Siria, en la que reiteró el llamado del Papa a buscar el camino del diálogo y no el de las armas.
«El Papa ha lanzado una campaña para lograr la paz en ese país que se despliega en diferentes niveles. Hoy celebramos una jornada de ayuno y oración que son las herramientas típicas de los grandes creyentes».
Cuatro años estuvo Monseñor Pietro Parolin en Venezuela como representante de la Santa Sede.
Fuente: GV