Caso de corrupción en La Guaira encendió las alarmas en el terminal de Carabobo. Importadores admiten que hay miedo de formalizar las denuncias.
La detención del jefe de operaciones de la Aduana Marítima de La Guaira en Vargas, Carlos Sánchez, por presunta corrupción, encendió las alarmas en el principal terminal marítimo del país, Puerto Cabello (Carabobo).
Eduardo Praselj, presidente de la Asociación de Logística de Venezuela, precisó que desde 2010 hasta 2012 las mercancías han tardado entre 18 y 21 días para salir de los puertos por falta de equipos y coordinación entre las autoridades que deben revisarlas, lo cual eleva los costos.
El presidente de la Cámara de Industriales de Carabobo, Gerardo Barreto, dijo que esos retrasos innecesarios se prestan para «suspicacias e irregularidades», por lo cual revisan periódicamente el tema en las mesas de trabajo con Bolipuertos y otras autoridades.
Ambos voceros explicaron que para las empresas es muy difícil y riesgoso denunciar irregularidades.
«Si te quejas, pueden frenarte la mercancía, pero eso depende de cada funcionario. En regímenes de control, la gente no se queja y no habla con hay claridad», dijo Barreto.
Los empresarios vinculados con la actividad importadora señalaron que hasta el momento no hay denuncias formales de extorsión o chantaje por parte de los funcionarios de esa aduana, pero admiten que «hay muchas historias» sobre el tema.
Exhortaron al Gobierno a revisar las operaciones en Puerto Cabello y corregir los retrasos que han denunciado para agilizar la nacionalización de mercancías. «Mientras nadie denuncie algo, no pasará de allí, pero sí hay muchos rumores», acotó Praselj.
El industrial manifestó que si el Gobierno está detectando corrupción en las aduanas, hay que resolver esos retrasos y los abusos que podrían estar fomentándose a lo largo de las cadenas de trabajo portuario: «Lo bueno de lo que pasó en La Guaira es que todos pondrán sus barbas en remojo».
Fuente: Elmundo