Mayor vigilancia y control de vehículos que transitan por la carretera Cotiza-Macuto a través del cerro El Ávila. Es una de las demandas que piden residentes de poblados de Galipán, quienes temen que los últimos accidentes, tres en lo que va de año, incidan de forma negativa en el desarrollo del turismo y el libre tránsito por la zona montañosa.
«Cruzar El Ávila desde San Bernardino hasta Macuto, visitar Galipán, disfrutar de los parajes naturales, de los hospedajes o de los restaurantes de la zona es una práctica cada vez más común para los caraqueños. Esta rutina ha incrementado la cantidad de usuarios que transita, especialmente los fines de semana, la vía que está en muy buenas condiciones, pero es complicada. Es por ello, y para evitar accidentes, que requerimos de mejores señalizaciones, de mayor control tanto del personal de Inparques, como de la Guardia Nacional. Nos preocupa que se estén registrando estos accidentes, en unos casos con víctimas fatales, y que repercuta negativamente en nuestra imagen como destino turístico», indica María León, que posee un quiosco en la zona de San Isidro.
Según los consultados, los accidentes registrados han sido producto de la impericia de los conductores y de fallas mecánicas de vehículos. «Ciertamente de unos 12 meses para acá la acción de la GN es muy permisiva. Antes se revisaban los vehículos, tanto de particulares como de los rústicos que cubren la ruta. Se garantizaba que los cauchos no estuviesen lisos. Se hacía cumplir un horario, para evitar que personas que no son de Galipán anden de noche por la vía. Y también se hacía una revisión para evitar el consumo de alcohol, lo que está prohibido por ser Parque Nacional. Somos los primeros interesados en garantizar la seguridad de quienes nos visitan, por eso es necesario aplicar correctivos», indicó el vecino de San José, Omar Pérez.
Los galipaneros creen que más que la cantidad de carros, el problema es la falta de controles. «Cuando se cayó el viaducto en la Caracas-La Guiara, la arteria fue usada como vía alterna, transitaban 2 mil vehículos diarios y no se reportaron casi accidentes. Pero había rigor. Hoy hay muchos conductores, los propios vecinos de Galipán que quieren comerse la carretera por el cuento de que la conocen, y algunos turistas, que piensan que estas curvas y empinadas no son de cuidado», comentó un conductor de la ruta Cotiza-Galipán, Raúl González.
«Lo que queremos es que la norma se cumpla, no que se prohiba transitar por Galipán. Necesitamos la visita de los turistas, pero también requerimos garantías de seguridad vial», acotó Odette Luna.
Fuente EU