El laboratorio estadounidense Pfizer confirmó el miércoles que dosis sospechosas de su vacuna anticovid que fueron decomisadas en México y Polonia, y que eran vendidas por hasta mil dólares la unidad, eran falsas.
El diario The Wall Street Journal había informado más temprano que unas 80 personas en una clínica en México recibieron las dosis de las supuestas vacunas, que aparentemente son inocuas, aunque no ofrecen ninguna protección contra el virus letal.
La sustancia fue hallada en refrigeradores de cerveza y tenían números de lote y fechas de vencimiento falsos, dijeron autoridades mexicanas.
El líquido en los tubos confiscados en Polonia era una sustancia cosmética, posiblemente una crema antiarrugas, dijo la compañía.
“Somos conscientes que en este clima, alimentado por la facilidad y conveniencia del comercio electrónico y el anonimato que permite internet, habrá un aumento en la preponderancia de fraude, falsificaciones y otra actividad ilícita relacionada con vacunas y tratamientos contra la covid-19″, dijo un portavoz de Pfizer a ABC News.
En febrero, autoridades sanitarias del estado mexicano de Nuevo Léon advirtieron de ventas “clandestinas” de “supuestas vacunas contra la covid” e instaron a la población a no recibirlas.
El diario señaló que Estados Unidos, México y otros países han detectado “decenas de sitios web” que afirman de manera fraudulenta vender dosis de Pfizer y también del laboratorio estadounidense Moderna.
También el miércoles, el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, advirtió sobre la oferta de vacunas anticovid falsas en Argentina, Brasil y México, considerándolo un “problema” para las autoridades sanitarias y policiales.
Consultado sobre el informe del WSJ sobre la venta de vacunas fraudulentas de Pfizer en México, Barbosa dijo: “Sí, hemos recibido información de México, Argentina y Brasil de que se han ofrecido algunas dosis a través de las redes sociales”.
“Los mercados ilegales ofrecen vacunas que probablemente están falsificadas, no son la vacuna real, o tal vez las están robando de un centro de salud y nadie puede asegurar que estén almacenadas correctamente”, dijo Barbosa en rueda de prensa.
“Entonces, claramente es un problema, no sólo para las autoridades sanitarias, sino también para la policía, identificar esta actividad delictiva”, afirmó.
AFP