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Pese a protestas celebran 159 años de la tachiraneidad

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Pese a protestas celebran 159 años de la tachiraneidad

Desde hace más de una mes, la región andina ha estado en el ojo del huracán informativo. Un conflicto que se inició en la Universidad de Los Andes dio pie para una serie de múltiples eventos que han afectado la cotidianidad no solo de los residentes en la capital sino también del resto del estado.

 

Los tachirenses, con un tono de hablar muy particular son característicos por su laboriosidad, el espíritu religioso destacados en sus patronos la Virgen de la Consolación de Táriba y el Santo Cristo de La Grita; también tienen sus otros fervores: el Deportivo Táchira y el equipo de ciclismo de la Lotería del Táchira. A esta entidad a también se le asocia con el rico pan andino que nunca falta en los viajes «para llevar a la familia».

 

Los grandes poetas y enamorados del Táchira hablan de unas montañas azules que han sido temas de inspiración de cantautores como Chucho Corrales, Luis Felipe Ramón y Rivera, entre otros tantos.

 

Aún en las calles de la capital, puede observarse la imagen del «nono» sentado en su silla de madera «tomando el fresco» de la tarde. Y la emisora Ecos del Torbes 780 AM, su emisora predilecta, sigue siendo la referencia informativa para los eventos más importantes de la región.

 

Sin embargo, las duras confrontaciones que ha padecido la entidad han destruido parques, calles, avenidas, semáforos, propiedades privadas y públicas. Los tachirenses se han impuesto un auto toque de queda por temor a los grupos violentos que circulan en moto y encapuchados que arremeten, saquean y muchas veces disparan a los manifestantes pero esos mismos tachirenses han manifestado «continuar la lucha».

 

La hidalguía se apoderó de muchos y es así como madres, abuelas y familia en general salieron a la calle a apoyar a la resistencia que exige una mejor calidad de vida ante lo que llaman «tanto atropello» que por años ha padecido el tachirense destacando entre ellos, el contrabando de alimentos y otros productos que pasan a Colombia y dejan desabastecidos a los supermercados en la entidad así como también e el tag o chip de gasolina que desde hace cuatro años permite al ciudadano poder surtir 32 litros diarios de gasolina.

 

Pero también la presencia de la guerrilla, paramilitares, disidentes de estos grupos irregulares y hampa común han afectado la cotidianidad del tachirense quienes deben pagar vacuna o llorar la muerte de algún ser querido por un crimen bajo la modalidad del sicariato.

 

También están los 24 secuestrados en la entidad. Dos de ellos desde el año 2012 y cuyos familiares han sido ignorados por las autoridades de turno no dándoles, al menos, la posibilidad de una reunión y expresarles solidaridad ante la ausencia impuesta por criminales que les ha privado de estar con sus familias.

 

En este día cuando se celebran 159 años de habérsele dado el carácter de estado al Táchira, la gente sigue dividida. Unos apoyan a la resistencia y otros están en contra, sin embargo, en lo que sí coincide la noble población tachirense es en que deben hacer enormes colas para poder adquirir alimentos así como en la búsqueda de algunos productos necesarios para el hogar.

 

En muchos carteles que llevan a las marchas puede leerse: «somos gochos pero no toches» y por ello, el tachirense, pese a las barricadas, la ausencia de transporte, los comercios cerrados y la terrible confrontación que se han registrado durante todo este mes, nunca olvida a su himno y lucha por lo que cree y por lo que siente: «Que en el Táchira ondule por siempre como enseña de honor regional, con la unión y altivez de sus hijos, el trabajo, la paz, la igualdad.»

 

Historia

 

El Táchira se inicia como la primera gobernación del Espíritu Santo, que tuvo como capital a La Grita, en el siglo XVI el año 1576 y 1578, pero esto desapareció con la organización colonial que establecieron los españoles en Suramérica.

 

Los libros así lo explican: «el Táchira fue parte de la provincia de Maracaibo y luego, durante la época de Guzmán Blanco, se estableció el gran estado de Los Andes. El Táchira fue el lugar donde vinieron a refugiarse muchos de los sectores afectados por la Guerra Federal hace 152 años y precisamente durante esos años, familias de los llanos, azotadas por la violencia de ese conflicto, se refugiaron en la cordillera.

 

En esa oportunidad hubo un gran desarrollo y la presencia de las casas alemanas en Maracaibo, Táchira y Cúcuta, Colombia y ello sirvió para que se iniciara el cultivo del café que se convirtió durante todo el siglo XIX en el eje motor de la economía tachirense.

 

En aquel entonces se desarrolla en el estado una economía autónoma mientras que en el resto del país, había una profunda depresión económica como consecuencia, en primer lugar, de la situación de pobreza histórica que tenía Venezuela hasta que apareció el petróleo y como consecuencia de la destrucción que generó la Guerra Federal.

 

«Los Andes lucían como una región de paz y próspera económicamente, donde las familias fueron logrando estabilizarse, desarrollar una actividad económica productiva como el café y comercializar con los alemanes quienes traían productos importados, gracias a las maravillosas autopistas del siglo XIX que eran los ríos que comunicaban los andes con el lago de Maracaibo y tenían como puerto de salida este puerto hacia Europa», indica el mandatario regional.

 

Los tachirenses de entonces para poder ir a Caracas, tenían que salir el río Catatumbo hacia el lago de Maracaibo y de Maracaibo trasladarse a Curazao para poder llegar a La Guaira.

 

«Un tachirense para ir a Caracas necesitaba pasaporte debido al aislamiento geográfico que tenía el Táchira y que los tachirenses resolvieron la incomunicación cuando bajo el liderazgo de Juan Vicente Gómez se construyó la carretera Trasandina y cuando en el gobierno de Marcos Pérez Jiménez se construyó la carretera Panamericana», refiere el exgobernador César Pérez Vivas, estudioso de la historia andina.

 

Los tachirenses en la vida política venezolana

 

El Táchira logró integrarse productivamente al país y generó no sólo un piso económico sino también político, lo cual se explica, la inclusión de los andinos en la vida pública de Venezuela con la Revolución Liberal Restauradora, que capitaneó Cipriano Castro y que significó la hegemonía política de los tachirenses durante buena parte del siglo XX, con presidentes como Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez, Eleazar López Contreras, Isaías Medina Angarita, Marcos Pérez Jiménez, Carlos Andrés Pérez y Ramón J. Velázquez.

 

«Para nosotros los tachirenses el desarrollo institucional de 159 años convierte al Táchira en una región con una identidad y perfiles muy propios en plano cultural, económico, religioso e histórico» afirma el exmandatario regional Cesar Pérez Vivas quien también argumenta que esto le dio a San Cristóbal la característica de ser la gran metrópolis.

 

Para el exgobernador, a propósito de cumplirse 159 años de la fundación del Táchira, se ratifica la vocación venezolanista de los tachirenses, «pero también su propia identidad, su propio sentido de pertenencia, su propio derecho a tener una mejor calidad de vida, a gozar de un desarrollo propio que, lamentablemente los modelos centralistas con los cuales le han costado a la república, le han negado esa posibilidad de tener una situación de mayor nivel».

 

La tachiraneidad

 

A juicio del comunicador Kike Rosales, otro estudioso de la historia gocha, a los residentes de esta región, por mucho tiempo los tildaron de forma peyorativa como «gochos», subestimando el carácter noble del andino.

 

«Yo creo que la visión que se tenía del andino les cambió es porque la sociedad está totalmente en las calles. Fíjate que la dirigencia política no tiene poder para estar mandando a la gente, por ejemplo, gente que está en las esquinas trancando la puerta, que lo que está cometiendo es una anarquía muy grande. Ocurre que la sociedad está en este momento hablando y no la están escuchando. La gente que se cansó de hacer cola, se cansó de las injusticias y tomaron ellas de una forma que ha anarquizado la ciudad y no la han podido controlar», señala Rosales.

 

Considera que el aspecto del liderazgo no existe en este momento y que es una cuestión básicamente de la sociedad civil que salió y trancó las calles y no le están atendiendo sus peticiones. «No le están prestando atención a la seguridad, al aspecto de la alimentación. No es parecido a la invasión de 1989, la batalla de 1901 el intento de golpe de estado de Castro León en el 60 que tenían un basamento más político».

 

Ante ello, la interrogante sobre qué es la tachiraneidad, Rosales responde: «es la identidad que debemos tener y venerar. Conocer lo que somos, lo que se debe respetar y difundir lo que son nuestros valores. Y por arriba de todas las cosas, demostrar que la tierra no es solo un pedazo, sino que es la identidad, es la sociedad y amar profundamente el sitio donde algún día nos van a enterrar», concluyó.

 

EU

 

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