El ministro de Energía y Minas de Perú, Rómulo Mucho, afirmó que el Gobierno espera superar en 2024 el récord de producción de cobre, lo que implica sobrepasar los tres millones de toneladas, y se mostró optimista por la cartera de proyectos mineros que verán la luz este año.
«Quizás nuestra meta más ambiciosa de este año es llegar a los tres millones de toneladas de cobre (…) es un reto enorme para el ministerio y todas las instancias del Estado», afirmó Mucho en una rueda de prensa para la Asociación de Prensa Extranjera de Perú (APEP).
El ministro presentó la cartera de proyectos de inversión minera para 2024, que está conformada por 51 proyectos con una inversión de 54.556 millones de dólares, una cifra que representa un aumento del 2,7 %, en comparación a lo registrado en la actualización de julio de 2023.
Mucho consideró que Perú no ha sabido aprovechar los beneficios que deja el canon minero para cerrar las brechas de pobreza y desigualdades en las comunidades «No quiero pobres en mi país», declaró sobre el potencial económico y de desarrollo de la minería en Perú, que es el segundo productor mundial de cobre y cuenta con yacimientos de seis denominados como «metales críticos».
«Se tienen que priorizar obras que necesita la población. Hay políticos que quieren el aplauso fácil y no realizan planteamientos a largo plazo. Se desperdicia el dinero pequeñas cosas, dinero captado por ingresos mineros», añadió.
Proyectos mineros en Perú
El ministro explicó que en regiones costeras como Moquegua, Tacna y Arequipa sí han sabido aprovechar estos beneficios y se ha podido reducir notablemente la pobreza, pero en departamentos como Cuzco, Apurímac y Áncash, los gobiernos regionales no han sabido administrar estos recursos y ha habido numerosos casos de corrupción, lo que refleja una debilidad estructural del Estado.
Para que esto no pase, desde el ministerio quieren implantar herramientas que obliguen a las autoridades a dar cuenta de en qué se ha gastado el canon minero, puesto que expresó que este dinero se debe invertir no en los gastos habituales de las administraciones, sino en postas médicas, carreteras, escuelas y mejoramiento de pastos.
«Los conflictos mineros no son malos», afirmó el ministro al afirmar que estos «surgen por algo», por lo que dejan aprendizajes y suponen una retroalimentación permanente entre empresas, autoridades y la población.
Mucho sostuvo que los conflictos han evolucionado y el patrón internacional es que las empresas mineras negocien con las comunidades convenios personalizados para que estas impulsen su desarrollo social y tecnológico.
Destacó que en los últimos años están apareciendo empresas de contratistas y transportistas de las propias comunidades donde hay actividad minera, lo que ayuda al desarrollo de los pueblos, y que precisamente conseguir que no sean compañías extranjeras las que hagan esta labor es otro de los objetivos del ministerio.
CNN