Una perrita cocker spaniel que frecuentemente iba a pasearse a la sala de redacción de Charlie Hebdo fue parte de las víctimas que sufrieron el tiroteo.
Lila solía llegar por las mañanas y quedarse acostada junto a alguno de los dibujantes, relató la periodista Sigolene Vinson (encargada de crimen y policial de la revista) a Le Monde.
El animal había desarrollado un lazo especial con el caricaturista Jean Cabut, y se encontraba a sus pies la mañana que los hermanos Kouachi entraron al edificio y comenzaron a disparar contra las personas en su interior.
Lila fue una más de los silenciosos testigos que se escondieron en otras habitaciones y bajo los muebles mientras la masacre tomaba lugar, contó Sigolene. Incluso relata que cuando las balas se detuvieron, sintió las patitas de Lila por la oficina y cómo recorría el edificio.
Vinson contó al diario francés que el 7 de enero Jean Cabut llegó con un gran jamón, que pretendía compartir en la primera conferencia de editores del año 2015 y que, por eso, Lila estuvo junto a él toda la mañana.
En la actualidad Lila fue adoptada por la redacción como la mascota oficial, según informó la periodista Anais Ginori, de La Repubblica, a través de su Twitter.
La Patilla