Una ola de pérdidas millonarias entre comerciantes de Aragua sería el resultado de las fiscalizaciones de la Superintendencia de Precios Justos.
La tendencia es para generar mayor escasez como resultado de la “caída y mesa limpia” que aplicaron en los mercados municipales de Girardot donde obligaron a los polleros, carniceros y expendedores de granos a vender a precio regulado los productos que adquieren a elevados costos.
Durante la mañana de este sábado la fiscalización estuvo acompañada de la GN en el Mercado Libre. “Desde las 6:30 de la mañana ya estaban los militares en el Mercado y inspeccionando, dijo Ana Rocha, comerciante de alimentos para animales.
Relató que iniciaron con los comerciantes de pollo. Aun y cuando mostraron la documentación y el cálculo del 30 por ciento de ganancia, la Superintendencia de Precios Justos obligó la venta del producto a Bs 65 el kilo.
Expendedores de los mercados Libre, Mercado Principal y de Campo Alegre han denunciado que no llegan los productos regulados. Todos están bajo la administración de la Alcaldía Bolivariana de Girardot.
Quedaron las neveras vacías, mañana no abrirán ni en las próximas semanas, de esta manera se acentúa la escasez.
Según Rocha, luego las inspecciones pasaron a vendedores de granos, tampoco importó factura ni haber demostrado que un saco de caraotas de 50 kilos cuesta 50 mil bolívares, porque los obligaron a venderlo en Bs 100 el kilo.
Los carniceros tuvieron que vender en Bs 250 el kilo de carne cuando han denunciado que el kilo de carne en canal la adquieren en Bs 540 el kilo.
“La gente cree que uno aumenta, porque comen todo lo que dice el Gobierno pero eso no es verdad. Lo mejor que se puede hacer en este país es eliminar la regulación de precios porque eso no existe”.
Rocha condenó que una marea de personas pretendió saquear los locales. Entre los mismos comerciantes se protegieron. A un compañero lo obligaron a vender un saco de granos que vino picado y tenía que devolver.
La situación en el mercado libre la vivieron los expendedores del mercado principal hace una semana. También los obligaron a vender a precio regulado.
Agostino De Castro dijo que sus pérdidas son incalculables. Compró el kilo de caraotas en 800 bolívares más el 30 por ciento de ganancia tenía que venderla en Bs 1.040, pero lo obligaron a vender todo en 100 bolívares el kilo.
Fuente: El Carabobeño