La crisis del Pacto por México dura ya una semana. El presidente Enrique Peña Nieto batalla para recomponer el rumbo del histórico acuerdo con la oposición que le había posibilitado un buen arranque de sexenio, coronado con la aprobación en tiempo récord de una importante reforma educativa. En un intento por superar el desencuentro, en las últimas horas el Gobierno mexicano se ha comprometido a lanzar un protocolo para transparentar los recursos asistenciales y evitar así que sean usados por los gobernadores en las elecciones.
La propuesta del Gobierno de Peña Nieto ha sido bien vista por la oposición. Se formalizó en una reunión entre el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y los líderes de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática. “Los presidentes del PAN, PRI y PRD reiteraron su bienvenida a las declaraciones y acciones del presidente Peña Nieto, y acordaron trabajar en una agenda que, en conjunto con la sociedad civil, transparente los padrones y el uso de los programas sociales de todos los niveles de gobierno para evitar que se utilicen con fines electorales”, informó Gobernación mediante un comunicado dado a conocer el mediodía de este miércoles.
“Son señales de rectificación que nos animan, son ideas, no hay nada concreto, pero es un cambio positivo”, ha declarado el líder nacional panista Gustavo Madero momentos después de conocerse la oferta del gobierno de Peña Nieto para crear un mecanismo que controle los padrones de beneficiarios, monitoree a los delegados de Sedesol en los estados y audite el uso de los recursos. De cualquier manera, Madero ha adelantado que será el lunes cuando, junto con la comisión política de su partido, tome la decisión de cuándo y cómo regresar formalmente al pacto.
El clima preelectoral de un año donde habrá 14 comicios locales había logrado descarrilar el Pacto por México, un consensuado calendario de 95 importantes reformas. La alianza quedó en suspenso sobre todo por el mal manejo de Peña Nieto de un escándalo por la revelación de una operación de desvío de recursos para beneficiar al PRI en las venideras elecciones Veracruz.
Aunque en las últimas horas habían surgido voces que llamaban a no dar por muerta la alianza -que tiene casi lista la aprobación de una nueva e importante ley para las telecomunicaciones-, la oposición mantiene la demanda para que se realice juicio político al gobernador veracruzano y a la secretaria (ministra) de Desarrollo Social señalados por el caso Veracruz.
La crisis comenzó el miércoles de la semana pasada, cuando Gustavo Madero, líder nacional del Partido Acción Nacional, presentó a la prensa grabaciones de funcionarios del gobierno de Veracruz y de Sedesol organizando una operación electoral para los comicios del 7 de julio. El PAN demandó ese mismo día al presidente Peña Nieto una investigación sobre los hechos, y la separación de sus puestos de Rosario Robles, la secretaria de Desarrollo Social, y del gobernador veracruzano, Javier Duarte, para que se les investigara. La respuesta presidencial, que llegó dos días después, enardeció a los panistas y ha causado la suspensión de actos públicos del Pacto por México.
El viernes pasado, en el arranque de la Cruzada Nacional contra el Hambre, Peña Nieto dijo a su cuestionada secretaria, “no te preocupes, Rosario, hay que aguantar, porque han empezado las críticas, han empezado las descalificaciones de aquellos a quienes ocupa y preocupa la política. Que sigan aquellos criticando las acciones, porque a otros los ocupan las elecciones; a nosotros nos ocupa y nos compromete acabar con el hambre de México”.
El lunes, el líder panista anunció que se retiraba de los actos públicos del Pacto, y con su negativa provocó que se cancelara la presentación prevista para el día siguiente de una reforma para la banca que busca detonar los préstamos a pequeñas y medianas empresas.
La denuncia panista de la semana pasada había logrado que el Senado citara a la secretaria Robles a una comparecencia en comisiones. Durante la ríspida sesión, ocurrida la tarde de este martes, por más de cuatro horas la ex perredista capoteó diversos reclamos del PAN y de sus ex compañeros del izquierdista PRD. “Lo digo claramente”, le espetó el senador perredista Manuel Camacho, “o el presidente corrige de manera inconfundible o el Pacto por México quedará en mera anécdota”. La ministra se defendió diciendo que no tenía “por qué renunciar, yo no tengo nada qué ver (con el escándalo de Veracruz), ni estoy en esos vídeos, ni en esos audios, ni estoy involucrada”. Incluso, presumió, de inmediato ordenó el cese de los funcionarios señalados por el PAN. Este partido sin embargo cerró la comparecencia con una declaración en donde la desconocían como interlocutora válida.
Con la reunión en Gobernación, sin embargo, parece que Peña Nieto ha encontrado una probable solución a la crisis. Por lo pronto, el PAN sigue sin presentarse a los actos públicos del Pacto –este miércoles Madero envió a un representante a una reunión de ese acuerdo con mujeres–, pero fuentes del consejo rector del pacto confiaron a este diario que el gobierno de Peña Nieto ha rectificado ya, y que tan pronto como la semana entrante podría darse el retorno de Acción Nacional al esquema que tiene como próximas fechas en el calendario una importante reforma energética y fiscal.
Fuente: ElPais